La edad efectiva de jubilación ha llegado por primera vez a los 65 años tras aumentar casi dos puntos en los últimos 20 años. Según los últimos datos disponibles de la Seguridad Social, hasta mayo de este 2023 se han jubilado 137.480 personas, de las que el 61,6% lo ha hecho a la edad ordinaria o superior con una media de 66 años frente al 38,4% que se ha retirado de forma anticipada, con una media de 63,3.
El porcentaje de trabajadores que se jubilan anticipadamente ha disminuido cerca de cuatro puntos en ocho años, fundamentalmente por la reducción de las jubilaciones anticipadas involuntarias provocadas por el aumento de los despidos durante los años de la crisis financiera. Por el contrario, se ha ido incrementando el porcentaje de las jubilaciones anticipadas voluntarias desde el 9,6% del total en 2014 al 22,8% en 2023.
La edad ordinaria o legal de jubilación está fijada para 2023 en 66 años y 4 meses para quienes tengan menos de 37 años y 9 meses cotizados, aunque sigue en los 65 años para quienes alcanzan ese periodo de cotización.
El 8,1% de las jubilaciones son demoradas
Para desincentivar la jubilación anticipada voluntaria, la reforma de las pensiones de 2021 aumentó los coeficientes reductores en los dos primeros meses en los que se puede pedir y en los tres meses inmediatamente anteriores a alcanzar la edad ordinaria.
La reforma estableció asimismo incentivos a la jubilación demorada, una modalidad de la que proceden el 8,1% del total de jubilaciones hasta mayo de 2023, cuando en 2022 eran el 5,4% y en 2021, el 4,8%. El objetivo de esta reforma, que ha vuelto a vincular la revalorización de las pensiones con la inflación, era acercar la edad real de jubilación a la edad legal, con la meta de alcanzar los 66 años y medio para 2050.
No obstante, la reforma de 2021 no cambió la edad ordinaria de jubilación, ya que fue la reforma de pensiones de 2011 -llevada a cabo por el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero con acuerdo social- la que reguló el retraso gradual de la edad legal desde los 65 años hasta los 67 años en 2027. La transición progresiva comenzó en 2013, de tal forma que en 2023 quedó fijada en 66 años y 4 meses, edad a la que se irán sumando dos meses cada año hasta 2027.
La edad a la que se permite la jubilación anticipada voluntaria es siempre 2 años menos de la edad legal vigente (64 años y 4 meses en 2022, que serán 65 años en 2027). La reforma mantuvo la edad de jubilación ordinaria a los 65 años para quienes tengan 38 años y medio cotizados en 2027, un periodo de cotización que también ha ido subiendo gradualmente (37 años y 9 meses en 2023).
Brecha de género
La edad real de jubilación de las mujeres está en 65,4 años, mientras que para los hombres baja a 64,6 años, una brecha que se explica porque muchas mujeres en estas franjas de edad suelen tener carreras de cotización más cortas por su dedicación al cuidado de los hijos o las personas dependientes de la familia.
Las mujeres llegan a la jubilación ordinaria con una media de 66,2 años, frente a los 65,9 años de los hombres, y a la jubilación anticipada voluntaria con una media de 64 años, frente a los 63,9 años de los varones.
La pensión media de jubilación en lo que va de 2023 es de 1.293,40 euros para las mujeres y 1.605,22 euros para los hombres, una brecha que no existe en el caso de la jubilación anticipada voluntaria, con una media de 1.773,39 euros para las mujeres y 1.716,77 euros para los hombres.
El Gobierno permite combinar los incentivos al retraso de la jubilación