Los okupas, personas que aprovechan el que una vivienda esté vacía para meterse a vivir en su interior, son uno de los principales problemas para los propietarios en España.
En los últimos años han aumentado los casos de okupaciones ante lo poco eficaz que está resultando la ‘Ley Antiokupas’, ya que parece que solo se puede actuar si el dueño se da cuenta de la intromisión dentro de las 48 horas posteriores a que esta se produzca. Una inmediatez que no existe en todos los casos.
Pese al enfado por ver la casa okupada, los propietarios deben evitar a toda costa cortar los suministros (luz, agua, gas, etc.), ni cambiar la cerradura. Así como tampoco amenazarlos en ningún caso, no avisar a la policía y tampoco acceder a la vivienda, pues se convertirá en delito de allanamiento.
Otra de las cosas a tener en cuenta es el dinero que nos costará echar a los okupas si actuamos por la vía legal, cosa más que recomendable si no deseamos tener otro tipo de problemas a corto, medio y largo plazo.
Contratar un abogado especialista nos puede salir por 1.200 euros de media. Asimismo, el procurador costará unos 400 euros. Si queremos cambiar la cerradura, el dinero es de 300 euros de media. En caso de desperfectos, estos también corren a cargo del propietario.
Además, si pasamos a mayores, debemos tener en cuenta otras cuestiones que también nos costarán dinero, ya que nada de lo que vemos lo tienen que pagar los okupas.
El acta notarial presencial para que quede constancia del hecho cuesta unos 300 euros de media. A esto debemos sumarle el dinero que hemos dejado de cobrar en caso de que pudiéramos haberla alquilado, vendido, etc.
Puede que lo que hemos visto te parezca demasiado caro. Existe otra vía, alejada de la legalidad, que pasa por negociar con los okupas una cantidad de dinero para que desalojen nuestra vivienda.
En el 90% de los casos, los nuevos «inquilinos» están dispuestos a negociar. De media, se pueden llegar a destinar 3.000 euros para que se vayan. Además, deberemos justificar ante Hacienda dicho movimiento más adelante.
Otro método que no todo el mundo conoce es el de las puertas anti-okupas. En realidad, hablamos de un sistema de cerraduras que no necesitan llaves para ser abiertas.
De este modo, muchos propietarios las colocan y son capaces de echar a los okupas sin tener que pagar el precio elevado que hemos visto. La inversión para su instalación está entre los 800 y los 1.000 euros, pero puede merecer la pena en caso de intrusión.
La ley trata de agilizar los procesos de desalojo de los okupas en algunos casos. Para ello, existe un procedimiento judicial más rápido, conocido como desahucio exprés, que permite a los propietarios recuperar la vivienda de forma más sencilla.
Los que pueden acogerse a dicho procedimiento son las personas físicas propietarios o poseedoras legítimas de la vivienda; entidades sin ánimo de lucro con derecho de posesión sobre la misma; así como las entidades públicas que posean la vivienda social.