Invertir en oro o plata: ¿cuáles son las ventajas de cada uno?
Invertir en oro o en plata presenta bastantes similitudes en cuanto a las ventajas de refugiar en ellos nuestro dinero, si bien la diferencia sustancial entre ambos metales es su precio: mientras que comprar oro es bastante más caro, comprar plata se encuentra al alcance de los pequeños ahorradores. Sin embargo, conviene analizar las ventajas de invertir en oro y las ventajas de invertir en plata por separado:
El oro ha sido tradicionalmente un valor refugio y se ha acudido a él desde hace siglos, a pesar de que ya no se trate de una forma primaria de moneda ni funcione como moneda universal. Se trata de una inversión sólida a largo plazo, que presenta ventajas como la facilidad de convertirlo en liquidez, ya que suele ser fácil venderlo en cualquier parte del mundo y en cualquier momento.
Además, el principal motivo para invertir en oro es su estabilidad: el valor del oro se mantiene mucho más estable que el de otros valores. De hecho, es frecuente que se utilice con cobertura contra la inflación, ya que aumenta de valor cuando la inflación se convierte en regla. Es por ello que tal vez el momento actual no sea el más indicado para comprar.
Por último, el oro te permite diversificar y reducir riesgo, ya que suele moverse inversamente a lo que ocurre en bolsa o en los valores monetarios.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que no obtendrás ingresos pasivos invirtiendo en oro (sí cuando inviertes en acciones, bonos… que te reportarán dividendos o intereses). Solo obtendrás una posible ganancia con su venta. Además, el oro no está exento de posibles burbujas: si la situación es muy inestable y todo el mundo se lanza a invertir en él, su valor puede ‘inflarse’ artificialmente, por lo que podría perder valor cuando la situación se calme, y podrías perder dinero con su venta.
En cuanto a invertir en plata, sus ventajas son similares a las del oro, si bien se trata de un metal mucho más económico. Esto lo hace accesible para muchas más personas y pequeños inversores que simplemente quieran proteger sus ahorros en un escenario económico convulso. Además, la plata también está protegida frente a la devaluación de divisas, y es fácil convertirla en liquidez si lo necesitamos. Su valor fluctúa menos que otros tipos de inversión y, por tanto, genera un menor riesgo, aunque se aplica la misma lógica en cuanto al aumento de su demanda en tiempos de crisis e inestabilidad.
Más allá de estas ventajas y desventajas, si lo que buscamos es obtener el máximo beneficio, el oro o la plata no son la mejor opción: los vaivenes del mercado pueden perjudicarnos en este momento pero, si colocamos nuestro dinero exclusivamente en valores refugio, éste no crecerá en la misma medida que podrían hacerlo otros valores cuando la situación mejore.
Históricamente la rentabilidad del oro se ha mantenido muy estable y ha sido reducida, mientras que, con todos sus altibajos, otros tipos de inversión más volátiles suelen mostrar un crecimiento acumulado muy superior si analizamos periodos largos de tiempo. Por este motivo, muchos analistas recomiendan diversificar y mantener una parte de nuestros ahorros en una inversión estable, y otra en productos de mayor riesgo pero que puedan aportar mayor rentabilidad.
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