El informe cuestiona nuestro sistema tributario
España, asegura el análisis «es una excepción en las economías más desarrolladas de la eurozona, el futuro del sistema tributario, a corto y medio plazo, parece enfocado a la posibilidad de seguir aumentando la recaudación obtenida de empresas y familias» y sitúa a España a la cola en competitividad fiscal. «Ocupa la posición 34 del total de los 38 países analizados», y añade el IEE, «se ha producido un deterioro drástico de la competitividad fiscal en nuestro país». Los cuatro países que se quedan detrás de nosotros son Irlanda, Portugal, Italia y Francia. Algo que llama la atención porque Irlanda suele ser más atractivo que España a nivel fiscal, de hecho, hay grandes multinacionales tributando allí.
Este estudio también analiza el esfuerzo fiscal. Es un término al que estamos menos acostumbrados pero vamos a intentar explicárselo. Para calcularlo hay que tener en cuenta dos variables: por un lado la cantidad de impuestos que pagamos y, por otro, la renta per cápita. Es decir, supongamos que tenemos un impuesto idéntico en Noruega y España.
Evidentemente, no será lo mismo pagarlo en un país que en otro porque, para empezar, la diferencia salarial es bastante amplia. Pues bien, según el estudio del IEE, el esfuerzo fiscal en España supera en un 53% la media de Europa. Si nos fijamos en la tabla elaborada por este organismo, esa media de Europa está en 100 puntos, por debajo, países como Alemania (95,8), Suecia (90,4), Suiza (36,0) o Irlanda (26,3). Al otro lado, por encima de la media, tenemos a Francia (131,6), Italia (149,8), España (152,8) o Portugal (177,8). Pero ni nosotros ni ninguno de nuestros países vecinos se acercan a los 377 puntos de Bulgaria, el país con la tasa de esfuerzo fiscal más alta.
La Agencia Tributaria aún no ha devuelto la renta a casi 350.000 contribuyentes