Iberdrola ha anunciado que impulsará la eólica marina flotante en España con una inversión de más de 1.000 millones de euros para la puesta en marcha de un parque de 300 megavatios (MW) en la costa española, en lo que sería el primer proyecto de este tipo a escala industrial en el país.
El grupo presidido por Ignacio Sánchez Galán ha presentado este proyecto a los fondos europeos del programa Next Generation EU, al estar alineado con los pilares del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España, y considera que representa una oportunidad para desarrollar cadena de valor en el país y situar a la industria española como referente internacional.
La eléctrica considera que este proyecto sería punta de lanza para el desarrollo de hasta 2.000 MW eólicos marinos flotantes que la compañía ha identificado y que podrían levantarse en la costa gallega, la andaluza o en las Islas Canarias.
El estudio, diseño e ingeniería de este primer parque eólico marino flotante podría iniciarse este año y hasta su entrada en operación, prevista en 2026, generaría más de 2.800 empleos anuales y requeriría la participación de 66 empresas y centros tecnológicos españoles, incluyendo 52 pymes.
A corto plazo, en el escenario 2021-2022 y antes el arranque de la fase de construcción, la iniciativa podría generar entre 1.000 y 2.000 empleos.
Esta actividad implicaría, según las estimaciones de la compañía, a nueve comunidades autónomas, contribuyendo así a la vertebración del territorio y a la creación de oportunidades industriales y de innovación en un mercado en crecimiento, con un alto componente exportador.
El proyecto contribuiría, asimismo, a la lucha contra el cambio climático, evitando la emisión a la atmósfera de 202.500 toneladas de CO2 al año.
Iberdrola señala que pondría así en valor las capacidades de un tejido industrial que ha contribuido a crear en el país en los últimos años. La compañía ha colaborado con proveedores españoles como Navantia, Windar, Ingeteam o Haizea Wind para la construcción de componentes críticos de sus parques eólicos marinos Wikinger (Alemania) e East Anglia One (Reino Unido) y los que mantiene en desarrollo, como es el caso de Saint Brieuc (Francia).
Esta actividad ha impulsado una base empresarial, que ha convertido a España en el quinto país del mundo por número de fábricas en la cadena de suministro del sector eólico marino.
REFERENTE EN EÓLICA MARINA.
Iberdrola es un referente internacional en el mercado eólico marino y cuenta con una de las mayores carteras eólicas marinas del mercado, que se eleva a más de 30 gigavatios (GW).
La compañía opera parques eólicos en el mar Báltico alemán (Wikinger y Baltic Eagle), el Mar del Norte (East Anglia One e East Anglia Hub) y el Mar de Irlanda (West of Duddon Sands).
Asimismo, avanza en los proyectos Vineyard Wind 1 (800 MW frente a las costas de Massachusetts), Park City Wind (con una capacidad de 804 MW) y Kitty Hawk (Virginia) -a través de Vineyard Wind- y en el parque Saint Brieuc, en la costa francesa.
Además, en los últimos meses, además, ha accedido a una cartera en etapas iniciales en nuevos mercados, que se convertirán en plataformas de crecimiento en este segmento, como es el caso de Suecia, Japón, Polonia e Irlanda. En Dinamarca, recientemente, ha acordado acudir con Total a la próxima subasta ‘offshore’ del país con el parque eólico marino Thor (1 GW).
A 2025, la compañía dirigida por Ignacio Sánchez Galán prevé alcanzar los 60 GW de capacidad renovable instalada en el mundo, de los que 4 GW corresponderán a eólica marina.
150 INICIATIVAS PARA MOVILIZAR INVERSIONES POR 21.000 MILLONES.
El proyecto forma parte de las 150 iniciativas presentadas por la compañía a programa Next Generation UE -en los ámbitos de la electrificación del calor, ‘offshore’ flotante, movilidad sostenible, hidrógeno verde, renovables innovadoras, redes inteligentes, economía circular y almacenamiento energético-, que movilizarían inversiones de 21.000 millones e involucrarían a cientos de pequeñas y medianas empresas.
La energética estima que estos proyectos permitirían generar 45.000 puestos de trabajo al año, un crecimiento económico de más del 1,5% del PIB, la mejora de la competitividad y de la balanza de pagos -entre 500 y 1.000 millones de euros al año- y la contribución al reto demográfico, ya que se incluyen más de 7.000 millones euros en entornos rurales.
Adicionalmente, Iberdrola despliega un plan inversor de 14.300 millones de euros a 2025 en España, enmarcado en una estrategia de crecimiento que le llevará a invertir 75.000 millones de euros en el mundo.
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