La huelga convocada por CCOO y CGT para los días 28 y 29 de noviembre podría provocar graves alteraciones en el transporte urbano, interurbano, escolar y de mercancías en toda España, justo antes del puente de diciembre. Esta movilización también incluye paros adicionales los días 5 y 9 de diciembre, con la amenaza de ser indefinida a partir del 23 de diciembre, coincidiendo con las fiestas navideñas, uno de los periodos de mayor demanda de transporte.
Reivindicaciones y causas del conflicto
Los sindicatos convocantes exigen la aplicación de coeficientes reductores que permitan adelantar la edad de jubilación de los conductores, además de mejoras en las condiciones laborales. Según CCOO, este sector enfrenta riesgos físicos y condiciones extremas que justifican un tratamiento diferenciado, incluyendo la exposición a vibraciones, posturas prolongadas, ruidos elevados y agentes químicos como los gases diésel. Estas condiciones están asociadas con patologías comunes, como problemas musculoesqueléticos, auditivos y respiratorios.
Por su parte, CGT ha denunciado que la legislación actual no reconoce estas particularidades, agravando la precariedad laboral del sector. En un comunicado, el sindicato resaltó que la convocatoria se dirige tanto a empresas públicas como privadas en todo el territorio nacional y critica la falta de acción del Gobierno en materia de jubilación anticipada.
División sindical y acuerdos parciales
Mientras CCOO y CGT mantienen la huelga, otros sindicatos como UGT y SLT han alcanzado un acuerdo con las patronales Confebús y Anetra. Este pacto establece un plazo de 15 días, tras la entrada en vigor de un real decreto en febrero de 2025, para solicitar conjuntamente la aplicación de los coeficientes reductores. Sin embargo, CCOO ha rechazado este acuerdo al considerar que no garantiza plazos concretos y pospone las acciones necesarias para mejorar las condiciones del sector.
Impacto de la huelga
La paralización podría afectar a miles de usuarios que dependen del transporte público para desplazamientos urbanos e interurbanos, así como a rutas escolares y servicios discrecionales. También se prevé un impacto significativo en el transporte de mercancías por carretera, complicando la logística de distribución en una de las épocas más intensas del año.
Reacciones y próximos pasos
CCOO ha instado a las patronales y al Gobierno a comprometerse con un plan concreto para evitar el deterioro de las condiciones laborales de los conductores. En tanto, CGT ha reafirmado su intención de continuar con la huelga mientras no se adopten medidas para adelantar la edad de jubilación y reconocer la penosidad de la profesión.
Con la amenaza de una huelga indefinida a las puertas de Navidad, el conflicto parece lejos de resolverse, incrementando la incertidumbre tanto para trabajadores como para usuarios del sistema de transporte.