El próximo jueves 30 de junio finaliza el plazo para que los contribuyentes rindan cuentas a Hacienda, en una campaña de la renta que comenzó el pasado 6 de abril. A partir de ahí, la Agencia Tributaria tiene preparada una batería de sanciones para quienes no haya cumplido con su obligación en el tiempo estipulado.
Los expertos fiscales de la plataforma TaxDown, según indica el diario Las Provincias, recuerdan que la penalización por no presentar cuando se debía la declaración consiste en el pago de entre el 50% y el 150% del total de la deuda en los casos en los que salga a pagar. «Un cobro que puede aumentar si Hacienda considera que ha sufrido un perjuicio económico o si esto ya ha ocurrido en otras ocasiones», destacan.
Ponen el ejemplo de un contribuyente que, saliéndole a pagar 1.250 euros, podría llegar a tener que abonar hasta 3.125 euros.
También alertan de que los contribuyentes a los que la declaración les sale a devolver, también están expuestos a sanciones si no presentan sus datos bien por desconocimiento o «por simple ociosidad».
En concreto, la sanción podría alcanzar los 200 euros. «Si la devolución es menor a esta multa, podría ocurrir que a un contribuyente que le saliese en positivo en un primer momento, ahora le salga a pagar», indican.
Hacienda tiene cuatro años para revisar los trámites del IRPF
Hay que tener en cuenta que el periodo de revisión por parte de la Agencia Tributaria de los trámites fiscales por el IRPF puede alargarse hasta cuatro años. Es decir, Hacienda tendría hasta 2026 para avisar de otros fallos cometidos en esta gestión.
«Si durante este tiempo los funcionarios del organismo público detectan que una persona debía haber presentado el IRPF y no la ha hecho se le enviará un requerimiento. Asimismo, se iniciará un procedimiento sancionador, que tendrá diferentes consecuencias dependiendo de si la gestión fiscal salió a pagar o a devolver», resaltan desde TaxDown.
Los expertos también dejan claro que si una persona envía el IRPF fuera de plazo y sale a pagar, la multa dependerá del tiempo en que se ha tardado. De tal modo que, si se envía en el mes de julio, se cargará un interés del 1%, en agosto del 2% y así sucesivamente mes a mes. Por lo tanto, es importante dejarla hecha lo antes posible para que el interés no siga creciendo en nuestra contra.