¿Habrá escasez de juguetes en Navidad?

El atasco mundial del comercio tras la pandemia ha traído marejadas a jugueterías y fabricantes de juguetes en España.

«Estamos al cincuenta por ciento del producto que normalmente tendríamos ahora», asegura la propietaria de una tienda. Ocurre a las puertas de la Navidad, una campaña que, según el sector, supone casi tres cuartas partes de su demanda anual.

Con estos antecedentes, ¿habrá problemas de desabastecimiento o hay exceso de alarmismo? ¿Se encarecerán los juguetes? ¿Cómo impacta esta crisis en la industria juguetera?

Retrasos en el aprovisionamiento de materias primas

«Hemos tenido atrasos en el suministro, pero no desabastecimiento», asegura Yésica Jiménez, directora de comunicación y marketing de Injusa, una fábrica en Ibi, Alicante, con una fuerte apuesta por los juguetes eléctricos.

En su caso, comenzaron a detectar problemas en el suministro de las materias primas y componentes ya a principios de este año, cuando su engranaje se pone en marcha para preparar la próxima temporada de Navidad. «Lo que hicimos fue un aprovisionamiento mayor, nos ha obligado a ser más previsores», cuenta Jiménez.

Los retrasos llegaron a ser de dos meses para importaciones desde China, donde compran las baterías para sus productos. «En Europa no hay fábricas de baterías, por ejemplo. Las placas eléctricas sí hemos encontrado una fábrica que nos las está haciendo y está en Valencia», prosigue, sobre las distintas maneras en las que han afrontado el problema desde la planta alicantina.

Así, por ahora, la patronal del juguete pide calma y asegura: no se espera ningún «cataclismo» para esta Navidad, según confirma José Antonio Pastor, presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ).

«No podemos hablar de un desabastecimiento porque prácticamente la campaña de Navidad está hecha. Se ha estado fabricando y se ha estado implantando ya en las tiendas», explica, si bien reconoce que podrían faltar juguetes concretos «especialmente hacia las últimas semanas» de las fiestas.

¿Qué juguetes costará más encontrar?

Mientras tanto, todavía es complicado saber a ciencia cierta cuáles serán los juguetes que antes desaparezcan de las estanterías. No obstante, las organizaciones consultadas creen que los artículos «cien por cien importados» pueden verse más afectados por los retrasos, puesto que su llegada desde Asia depende del tráfico marítimo, en pleno atasco mundial tras la pandemia.

«Si ya lo han conseguido traer, fenomenal. Pero si ese producto tiene un éxito no esperado, la reposición va a ser imposible», advierte Jiménez, que relativiza el problema: «en el fondo, todos los años hay un producto que explota con un éxito inesperado. Es que eso no se puede prever…».

Y aun con todo el aprovisionamiento y la previsión, los fabricantes nacionales también están sufriendo la crisis. En el caso de Injusa, reconocen que ya tuvieron que lanzar con retraso una moto de juguete que se ha vendido especialmente bien. «No podremos fabricar más hasta que no nos vuelvan a traer acero», afirma la directiva, y puntualiza: «solamente nos pasa en un producto de ochenta».

La crisis sube los precios de los juguetes

La crisis se está traduciendo en una subida de los precios de los juguetes. “Actualmente los clientes ya están comprando un 20 % más caro”, afirma Jiménez, quien fecha a mediados de este año el momento en el que el problema comenzó a notarse en las tiendas, de forma más o menos acusada, dependiendo de cada artículo.

Y es que los retrasos en los suministros han traído aparejados un aumento de los costes, por la subida “de la factura de la luz” y del precio de los fletes, según explica el presidente de la AEFJ. «Antes de producirse este efecto derivado de la pandemia, (un contenedor costaba) entre dos o tres mil euros por contenedor, mientras que ahora se están llegando y superando los siete mil», comenta Pastor en la entrevista, a finales de octubre.

También desde Injusa señalan un encarecimiento de las materias primas necesarias para fabricar juguetes, como el cartón, «que se ha encarecido un 30 %»; el acero, «un 20 %» y el plástico, que ha  visto «duplicado el precio del kilo».

Cuánto impactará este pico «histórico» en el precio final dependerá «de cada una de las empresas y su capacidad para absorberlo», valora Pastor, de la AEFJ, quien teme que se ponga en riesgo su capacidad para invertir en el futuro y sobrevivir a campañas posteriores. Con todo, el representante de la patronal augura una buena campaña, por el fin de las restricciones y mayor demanda. La partida ya está empezada.

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