La plataforma de entregas a domicilio Glovo ha anunciado que implementará contratos laborales para sus repartidores en España, dejando atrás el modelo de autónomos que había generado múltiples controversias legales. Este cambio, que será efectivo en más de 900 ciudades donde opera, busca alinear a la empresa con las normativas laborales y disminuir incertidumbres legales, según comunicó su propietaria, Delivery Hero. La decisión coincide con la comparecencia judicial de Oscar Pierre, fundador de Glovo, en un proceso penal por presunta vulneración de derechos laborales.
Glovo ha sido criticada por prácticas que la Inspección de Trabajo y la Fiscalía consideran un perjuicio para los derechos de los repartidores, como el uso de la figura del falso autónomo. Este modelo implicaba que los trabajadores debían asumir cotizaciones y condiciones laborales sin las protecciones de un contrato formal. Según las autoridades, este esquema contravenía principios fundamentales de la legislación laboral española.
La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha celebrado este avance como un triunfo de la democracia y un ejemplo para otros países, destacando el impacto positivo de la Ley Rider. Sin embargo, Glovo aún enfrenta sanciones económicas significativas y un escrutinio en la Unión Europea por posibles prácticas anticompetitivas.