No te dejes engañar por la aparente rapidez para el otorgamiento del crédito que ofrecen algunas empresas, ya que actualmente se está desarrollando toda una gama de servicios financieros mediante canales establecidos por empresas de tecnología, cuyo negocio es muy diferente a los bancos tradicionales.
El más popular es la obtención de tarjetas de crédito mediante páginas de internet y aplicaciones que puedes descargar en tu smartphone.
Los expertos de NYCE, organismo líder en materia de certificación de estándares en Ciberseguridad y protección de datos personales en América Latina, te comparten estas recomendaciones para evitar alguna complicación:
a) Ingresa desde un dispositivo seguro. Abre el correo donde se te invita a pedir una tarjeta de crédito o la página para solicitarla, ingresando a tu banca digital desde un computador o Smartphone que sea tuyo. Otro dispositivo podría significar un riesgo.
b) Ingresa tu solicitud en una página segura. Para que puedas solicitar tu tarjeta y confirmar que la página en la cual navegas corresponde con la del sitio y proveedor de servicios financieros que buscas, debes fijarte que la dirección del navegador comienza con “https”. Además pon atención en que al lado izquierdo y antes del “https” aparezca un candado cerrado. Ya que esto significa que el sitio web ha sido verificado como auténtico y que cumple con los estándares mínimos de seguridad.
c) Siempre utiliza la salida segura en la web oficial. En las páginas oficiales más seguras, tienes la opción de “cerrar sesión” o “salir de la sesión”. Haz clic en esta opción antes de cerrar la ventana ya que, de otra manera permanecerá abierta y ser utilizada por personas ajenas.
d) No confíes en correos desconocidos. Cuando la oferta de la tarjeta de crédito llega por correo, asegúrate de que siempre aparezca el nombre de la institución en el correo electrónico. Nunca aceptes una oferta de una entidad que dice estar relacionada con otra institución reconocida y que en su nombre oficial aparece otro remitente.
e) Desconfía de ofertas que parezcan “demasiado buenas para ser verdad”. Revisa los términos y condiciones, comisiones, las tasas de interés, penalizaciones y otras condiciones que puedan jugar en tu contra. Asegúrate que se trate de una institución de crédito aprobada por la autoridad.
f) Cuida tu entorno al llenar los formularios o proporcionar información por teléfono. Alguien malintencionado podría leer detrás de ti o escuchar datos personales o información sensible al momento de la solicitud.
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