La vida es como una montaña rusa. En un momento el individuo está en la cúspide, pero en tan solo segundos cae a los más hondo.
Sobre todo en lo relacionado con la economía y el manejo del presupuesto, ya que la vida no es en absoluto lineal, pues de súbito tocan a la puerta situaciones que desestabilizan las finanzas personales. Así que la tan anhelada estabilidad financiera a menudo parece inalcanzable.
¿Cuándo solicitar un préstamo sin nómina?
Contrario a lo que pueda pensarse, no hay ningún secreto o código oculto que se deba desvelar con el propósito de poder estar holgados en todo momento. El problema es que hay innumerables situaciones en la vida que pueden hacer que las personas soliciten un crédito o préstamos sin nómina con el fin de salir del atolladero. Por tanto, hay que tener en cuenta que no importa la organización y planes de vida, en cualquier momento se puede atravesar por una situación comprometida.
De ahí que sea necesario pensar muy bien qué se debe hacer con el fin de evitar incurrir en ella. Solicitar un préstamo puede ser útil cuando es necesario salir de una emergencia médica, por ejemplo pagar una ortodoncia dental.
Asimismo, puede ser oportuno para celebrar una fecha importante como un cumpleaños, la solicitud de una beca para estudiar en el extranjero o por el simple hecho de disfrutar de darse un capricho que por mucho tiempo había sido aplazado.
Clasificación de los préstamos y créditos
Como todos en algún momento podemos pasar por un percance, es importante tener nociones básicas sobre la diversidad de los préstamos. En primer lugar existen los préstamos hipotecarios, los cuales se destinan a efectuar el pago al banco por la compra de una propiedad, como una casa. Se caracterizan por pagar una cuota mes a mes, más los intereses.
En segunda instancia se encuentran los créditos personales, los cuales pueden usarse para la compra de un bien menor, como un vehículo. Recientemente han surgido los préstamos sin nómina, minicréditos o microcréditos, conocidos por ser un medio a través de los cuales puede obtenerse una cantidad de dinero (no muy alta) sin tener un aval financiero que justifique los ingresos que se poseen, o también porque en el momento en que se realiza la solicitud la persona pueden encontrarse sin empleo.
Pasos a seguir para la solicitud de un préstamo
Los préstamos sin nómina resultan los más atractivos cuando se trata de solventar percances económicos menores, que pueden incidir en alterar la economía personal. Se solicitan sin mucho papeleo y las tasas de pago no son exageradamente altas. Por lo general comprenden los siguientes pasos:
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Poseer un documento de identidad.
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Completar un formulario online con información básica del solicitante.
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Especificar la cantidad a solicitar.
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Determinar el tiempo en que podrá efectuarse el reintegro del préstamo.
Ventajas de los préstamos
Estos préstamos online son una opción más confiable y a medida del cliente, aunque no es conveniente solicitarlos constantemente. Simplemente, hay que sopesar su uso y no utilizarlos en todo momento. Por tanto, se reitera que estudiar muy bien la situación determinará si debe tramitarse o no. Una vez saldado este paso, conviene buscar a la organización mejor posicionada en este campo. En este sentido, ¿qué factores pueden analizarse en la selección?
En primer lugar, los testimonios que avalan a la organización como la más sobresaliente. En segundo lugar, indagar sobre el tiempo en que se efectúa la aprobación. Por lo general, la respuesta no supera las 24 horas. Ligado a este dato, es válido conocer la cantidad de solicitudes que han sido aprobadas, ya que si la mayoría se aprueban, queda constancia del compromiso de la empresa con los usuarios.
En tercer lugar, la facilidad, honestidad y confianza con la que se hace la entrega del préstamo. En cuarto y último lugar, determinar la presencia de la institución que realiza el préstamo en el mundo virtual, porque hoy día todo o casi todos estos tipos de préstamos se solicitan de forma online, y ofrecen múltiples modalidades de pago diferentes a las propuestas por los bancos tradicionales.
La mejor forma de lograr la estabilidad financiera es hacer uso de los préstamos y créditos únicamente cuando se ha estudiado y analizado muy bien la situación, de manera que pueda hacerse el pago lo antes posible y sin necesidad de asumir más deudas.