«Sobre la base de las relaciones comerciales y la buena vecindad, este lunes se produjo el primer envío por el gasoducto del Magreb de GNL (gas natural licuado) previamente adquirido por Marruecos en los mercados internacionales y desembarcado en una planta de regasificación española», han confirmado fuentes del Ministerio de Transición Ecológica.
Este gasoducto une yacimientos de gas natural en Argelia con España pasando por Marruecos y el estrecho de Gibraltar, pero Argel interrumpió su actividad el 1 de noviembre como represalia por las tácticas «hostiles» de Marruecos. Casi ocho meses después se reactiva, aunque en sentido inverso (de España a Marruecos).
Argelia garantizó a España que cumplirá «los contratos firmados» y seguirá el aprovisionamiento de gas por dos vías: aumentando la capacidad del otro gasoducto que une a los dos países a través del Mediterráneo (Medgaz) y compensando el resto con buques metaneros, construidos para transportar gas licuado (GNL).
Marruecos pide ayuda
Unos meses después, en febrero, el Ejecutivo confirmó que Marruecos le había solicitado ayuda para garantizar su «seguridad energética» y que España le permitiría comprar gas natural licuado en los mercados internacionales, descargar en una planta de regasificación española y utilizar el gasoducto del Magreb para enviarlo a su territorio (donde no hay plantas regasificadoras fijas).
Desde entonces, Argel viene advirtiendo a España de que vigilará que no envía a Marruecos gas del que le suministra Argelia.
De hecho, ha amenazado con cortar el suministro si lo hace, algo que pondría en aprietos a la economía española, puesto que Argel es uno de sus principales proveedores (el segundo, tras EE.UU.) de gas, que ahora escasea en toda Europa a causa de las sanciones impuestas a Rusia por invadir Ucrania.
Certificación que garantiza el origen
Ahora, y una vez en España, «un procedimiento de certificación garantiza que el gas que se ha empezado a enviar a Marruecos este martes no tiene origen argelino», según el Ministerio.
El gas procede de un proveedor extranjero (del que no se han facilitado detalles), que lo envía en formato licuado a España, donde se regasifica en una planta española para ser enviado a Marruecos por el gasoducto que nace en Tarifa.
Enagás, como gestor técnico del sistema, se encargará de comprobar el origen del buque metanero con el gas adquirido por Maruecos en los mercados internacionales y, tras la descarga, emitirá un certificado con los datos pertinentes, entre ellos la referencia del barco, su origen, el comercializador o el volumen descargado.
«La interconexión operará con las reglas técnicas de la Unión Europea, exactamente igual que las interconexiones con Portugal y con Francia», han explicado las mismas fuentes.
Pago de peajes
El gas se incorporará al sistema y, diariamente, «Enagás certificará la existencia de suficiente hidrocarburo para cumplir las nominaciones que se hagan en Tarifa, origen del gasoducto del Magreb, evitando que se exporte gas no descargado para tal fin», puntualiza el Ministerio.
Añade que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) tiene definido un peaje de salida de la conexión internacional del Magreb de 0,73 euros por megavatio y hora (€/MWh) que abonará el gas transportado por el gasoducto.
Este gas para Marruecos también «pagará los peajes asociados al uso de las plantas de regasificación y la red troncal de gasoductos, de modo que el sistema gasista obtendrá los ingresos extraordinarios que correspondan por el uso de sus infraestructuras, en beneficio de los conusmidores españoles».