El paro subió de enero a marzo en 103.800 personas, lo que elevó el número de desempleados por encima de los 3,12 millones; mientras, la contratación deja una sensación agridulce ya que, a pesar de que se destruyeron 11.100 empleos, es el menor descenso para este trimestre desde 2007 y propicia que el número de ocupados siga por encima de los 20,45 millones de trabajadores.
Así se desprende de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicada este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que vuelve a evidenciar un deterioro del empleo en los tres primeros meses del año tras el fin de muchos contratos de refuerzo. Esto, en un mercado de trabajo tan estacional como el español y sumado a las consecuencias de la guerra en Ucrania, propició el aumento de la tasa de paro hasta el 13,26%.
De esta forma, el aumento de desempleados es similar a los niveles registrados al inicio de la pandemia, cuando España contabilizó de enero a marzo de 2020 un aumento de 121.100 parados. Ahora, la cifra se queda en las 103.800 personas, lejos de las 70.900 del pasado año.
No obstante, la proximidad de la Semana Santa y unas temperaturas inusuales para esta temporada del año han motivado una mejora de las contrataciones. Así, el descenso de 11.000 ocupados de enero a marzo es la mejor cifra para este trimestre desde 2007, coincidiendo con la antesala de la crisis financiera, cuando el número de ocupados creció en 72.100 personas.
El dato se sitúa muy lejos del registrado en el mismo periodo de años anteriores, pues en 2022 se destruyeron 100.200 empleos y en 2021, 137.500; lo que deja el total de ocupados en 20.452.800, es decir, la cifra más alta desde 2008 y cerca ya del récord histórico de 20,75 millones anotado ese mismo año.
La cara más amable de la estadística la representan los datos de contratación indefinida, impulsada por la reforma laboral, que en este tiempo ha celebrado su primer aniversario en vigor. El número de trabajadores con un contrato indefinido se situó en los 14,3 millones, tras sumar 93.800 personas a lo largo del trimestre. De este modo, la tasa de temporalidad retrocedió seis décimas, hasta el 17,28%.
Una de cal y otra de arena en el sector Servicios
La actividad se resintió a cuenta del sector Servicios, que cerró el trimestre con 147.700 parados más. También la Construcción y la Industria anotaron subidas en el número de desempleados -de 18.600 y 12.400 trabajadores, respectivamente-, mientras que en la agricultura el paro bajó en 8.600 personas.
Pese a ello, y a pesar del golpe para el mercado laboral del fin de la campaña de Navidad y las rebajas, el sector se recuperó en parte gracias a la proximidad de la Semana Santa, que propició un aumento de 7.800 ocupados en Servicios, pese a la caída de 11.200 contrataciones en la Industria, 5.000 en la Agricultura y 2.700 en la Construcción. Por su parte, los trabajadores por cuenta propia aumentaron en 12.100 personas, lo que situó el número total de autónomos en 3.098.900 personas. «Aunque el empleo está creciendo, no hay alegría en el mercado de trabajo», ha apuntado el presidente de ATA, Lorenzo Amor, pues el colectivo acumula una pérdida de 43.400 autónomos en el último año.
También hubo notables diferencias en lo que se refiere a la edad: el desempleo subió en todos los grupos, destacando el de 25 a 54 años (con 52.400 parados más) y el de los menores de 29 años (con 16.800 más), lo que hace que la tasa de paro juvenil continúe por encima del 30% y siga a la cabeza de la Unión Europea (UE). En este mismo grupo, la ocupación en el primer trimestre bajó en 4.200 personas; si bien se saldó con un saldo positivo en el grupo de 55 años y más, muy castigado por el paro de larga duración, donde aumentó en 40.500 personas.
Y, de nuevo, el desempleo se cebó de enero a marzo con las mujeres: mientras el número de hombres en paro aumentó en 28.400 personas, situándose en 1.429.400; las mujeres que buscaban un empleo durante el primer trimestre aumentaron casi el triple, en 75.400 personas, hasta rozar las 1.700.000. Esto deja la tasa de paro femenina en el 15,13%, frente al 11,57% de paro entre los hombres. La situación, no obstante, es muy diferente en el caso de los ocupados, donde el sexo femenino lideró las contrataciones: mientras el empleo entre los hombres disminuyó en 52.800 personas de enero a marzo, en el caso de las mujeres ascendió en 41.700.
Por último, por comunidades, los mayores incrementos trimestrales en el paro se dieron en Baleares (48.000) y Canarias (33.500); y las caídas más pronunciadas se produjeron en Andalucía, con 19.100 parados más; Madrid, 16.200, y Asturias, 6.700. Así, Extremadura y Andalucía vuelven a liderar las tasas de paro en España, con un 19,53% y un 18,31%, respectivamente; mientras que País Vasco repite como la región con la tasa más baja (8,44%), cerca de Cantabria (9,29%).
Los hogares con todos sus miembros en paro suben hasta 1.055.300
La EPA del primer trimestre de 2023 también revela un repunte en el número de hogares con todos sus miembros en paro de 7.800, hasta situarse en 1.055.300 familias. La cifra consiguió rebajar el millón en el tercer trimestre del año, si bien desde entonces han crecido en casi 78.000. Por su parte, la cifra de hogares con todos sus integrantes ocupados bajó en 43.300, hasta un total de 11.212.100 hogares.
De compararse con el mismo trimestre de 2022, el número de hogares con todos sus miembros activos en paro ha crecido en 2.500, mientras que aquellos con todos sus activos ocupados ha aumentado en 162.400.
Asimismo, en el primer trimestre de 2023 se registró también un repunte de la población activa, que se sitúa en casi 23,6 millones de personas, con un incremento de más de 321.000 personas en el último año (el incremento más alto en un primer trimestre). Esto significa que hay más gente que nunca dispuesta a trabajar, como venía sucediendo en trimestres anteriores.
Pese a ello, el teletrabajo sigue perdiendo tirón entre los empleados. Un total de 1.415.300 ocupados trabajaron desde su domicilio más de la mitad de los días en el primer trimestre, esto es, un 6,9% del total; tal como revela la EPA, son 95.100 trabajadores menos de los que teletrabajaron en el primer trimestre de 2022 y más de 1,5 millones menos de los que lo hicieron en lo peor de la pandemia.
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