En los últimos años, la escena de la música en vivo ha experimentado un crecimiento extraordinario a nivel mundial, y España no es una excepción, ya que además se ha convertido en uno de los países en los que más festivales se realizan de todo el mundo. Los festivales atraen a multitudes tanto locales como internacionales, generando un impacto económico significativo en las comunidades anfitrionas y en la industria del entretenimiento. El año pasado, la industria de la música en vivo facturó casi 579 millones de euros en todo el país (récord histórico hasta la fecha), y un 25,86% más que en 2022, cuyo resultado fue de 460 millones de euros, según el Anuario de la Música en Vivo.
En toda España, la industria festivalera está en pleno auge, y no solo en términos musicales. Estos eventos no solo hacen que las ciudades vibren al ritmo de la música, sino que también generan un impulso crucial para el empleo local y la economía de la región.
A lo largo del pasado año se crearon más de 780.000 puestos de trabajo de una manera u otra en todo el país, y estos festivales desempeñan un papel fundamental contribuyendo a ello y ayudando al fortalecimiento de la economía local. A pesar de los desafíos del mercado actual, la contratación de miles de personas para cubrir puestos esenciales en los festivales no se ha detenido, desde personal de seguridad y técnicos de sonido hasta vendedores de comida y bebida, personal de taquillas y entradas, personal de limpieza, azafatas y azafatos, personal de marketing online y offline, asistentes entre bastidores, operarios de mantenimiento, construcción e iluminación, personal de administración o staff en conciertos.
Estos empleos temporales benefician sobre todo a estudiantes, trabajadores a tiempo parcial y a los residentes locales que buscan ingresos adicionales. Por ejemplo, un camarero de festival puede ganar un salario de 10€ por hora, además de un bono de 0,50€ por hora en función de los días trabajados durante el festival, según la publicación de una oferta el año pasado por parte de Adecco para un conocido festival celebrado en Arganda, Madrid. Solo esta oferta buscaba cubrir el puesto de 900 camareros/as de barra para dicho evento.
En toda España, se celebran más de 850 festivales al año que abarcan diferentes géneros musicales y que están enfocados a todo tipo de públicos. Algunos de los más destacados son: Primavera Sound, Mad Cool, Arenal Sound, Sónar Barcelona, BBK Live, Reggaeton Beach Festival, Sonorama Ribera, Viña Rock, O son Do Camiño, FIB o Resurrection Festival, entre otros. Solo los 10 más importantes ya producen un impacto económico de más de 400 millones de Euros y atraen a más de 1,5 millones de personas, en gran medida por lo que se consume a lo largo de los mismos. Según una encuesta realizada por el Portal de Empleo Jobatus a 600 personas asistentes al Toledo Beat Festival el pasado 10 y 11 de Mayo, la media de consumo diario en un festival es de 42€ por persona, ya sea en bebida, comida o merchandising. Por ejemplo, en un festival en el que acudan 30.000 personas como este, puede haber unos ingresos de 1.260.000€ durante los dos días sin contar el precio de la entrada. Si esto lo llevamos a uno de los festivales más multitudinarios de España, como es el Arenal Sound, al que acuden 60.000 personas al día, puede generar a lo largo de los cuatro días de duración unos ingresos de más de 10.080.000€.
Si hablamos de festivales por comunidades, Cataluña es la tierra por excelencia de este tipo de eventos. Es por eso, que seis de los veinte macrofestivales más populares se celebraron allí el año pasado, además de ser la Comunidad Autónoma con más festivales de España y por ende la Comunidad que más contrataciones laborales hace al año, seguida muy de cerca por Madrid, y después Andalucía y Comunidad Valenciana.
Ceuta y Melilla, La Rioja, Extremadura y Cantabria, las que menos.
Además, cada año van apareciendo nuevos festivales, lo que hace que esta industria vaya creciendo más y se vayan generando nuevos puestos de trabajo. Este año 2024 tenemos algunos ejemplos, como el “Festial”, festival que se celebrará en Alcázar de San Juan con artistas tan reconocidos como Amaral, Arde Bogotá o Shinova. Según ha podido saber Jobatus a través de una entrevista a Flor Cura, coordinadora de proyectos de “El Planeta Sonoro” y encargada de la gestión de “Festial” y otros festivales realizados en España y fuera de España, a falta de unos días de la celebración del festival, la organización está muy satisfecha con la venta de entradas y abonos que se han vendido hasta el momento. En términos laborales, nos comenta que se han generado más de 200 puestos de trabajo solo para el festival, siendo la mayoría de la comarca. Desde Planeta Sonoro nos comentan que estiman una facturación de más de 2.000.000 de euros en esta primera edición. Además, “Festial no solo creará puestos de trabajo dentro del festival, sino que atraerá público suficiente para generar un buen impacto económico en la zona que se valorará a posteriori”.
Si comparamos estos datos con el Sonorama Ribera, otro de los festivales más grandes de España y ya consolidado desde 1998 en Aranda de Duero, los datos son mucho más relevantes. Según nos ha podido decir Flor, el número de asistentes de la pasada edición fue de 30.000 al día y se vendieron el total de los 20.000 bonos ofrecidos. La organización decidió limitar el aforo a ese número e invertir en la mejora de servicios e infraestructuras para hacer un festival más cómodo, más seguro y mejor para su público. Se vendieron las diez mil entradas de día disponibles. Desde Sonorama Ribera son conscientes que mueve mucho más fuera del recinto, en las actividades gratuitas, pero es difícil contabilizarlo. En la última edición se estimó una afluencia de 125.000 personas en total, cuya edad media está entre los 20 y 45 años, aunque el 60% del público es menor de 30 años.
A nivel de contrataciones laborales, tienen el equipo fijo de 15 personas contratadas directamente y unas 20 subcontratadas con roles específicos (prensa, web, diseñadores, conductores, freelance…) Además, en la última edición se contrataron 1.200 empleos directos, siendo la mitad de ellos de la zona, y destacando el aumento de los puestos de seguridad, con un dispositivo de casi trescientos profesionales, el mayor de la historia del festival. En términos de facturación, un festival de este calibre mueve en torno a los veinte millones de euros en los distintos sectores de la comarca.
Si hablamos del perfil festivalero español en general, sigue siendo el de un joven de 18 a 24 años que prefiere acudir al festival en compañía de sus amigos a dos festivales como mucho al año. Sin embargo, si hablamos de frecuencia, son los mayores de 37 los que suelen acudir durante el año a 3 festivales como mínimo de media. Los motivos son el mayor poder adquisitivo de estos últimos por un lado, y el hacer turismo por la zona por otro.
Los festivales no solo brindan experiencias inolvidables a los asistentes, sino que también son motores clave para el empleo, el turismo y el crecimiento económico en todo el país. A medida que la escena festivalera continúa prosperando en España, se espera que este impulso positivo en la creación de empleo y la economía local siga fortaleciéndose en los próximos años.