La iniciativa, que comienza este 9 de enero, se aplicará en tramos de las carreteras N-1 y A-15 a su paso por la provincia de Guipúzcoa.
El primer peaje que se cobrará en España sólo a la circulación de camiones comenzará a aplicarse este martes, 9 de enero, en tramos de las carreteras N-1 y A-15 a su paso por la provincia de Guipúzcoa.
Unos 12.000 vehículos pesados de más de 3,5 toneladas afrontarán diariamente el pago de esta tasa, impuesta por la Diputación Foral, de los que unos 8.000 corresponden al tráfico internacional de mercancías que entran y salen del país por el paso fronterizo de Biriatou, según datos del sector.
Las asociaciones de transportistas de mercancía que conforman el Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNTC) prevén convocar nuevas movilizaciones en contra del nuevo peaje, que serán continuación del paro secundado la pasada semana en esta provincia vasca.
Se trata de la primera ocasión en que se aplica en España un peaje de este tipo, exclusivo para vehículos pesados, a pesar de que ha sido introducido en otros países europeos. En concreto, Dinamarca, Luxemburgo, Holanda y Suiza aplican el peaje en función de los criterios fijados por la UE, lo que se denomina ‘Euroviñeta’. Otros países la cobran en determinados tramos de varios de sus carreteras. Se trata de Polonia, Alemania, Portugal, Bélgica, Austria, Eslovaquia y Bulgaria.
En España, el Gobierno central mantiene que imponer este tipo de tasas no está actualmente en sus planes. Respecto a la que se cobrará en Guipúzcoa, el Ministerio de Fomento asegura que el Ejecutivo no tiene margen de actuación sobre la medida, dado que ha sido tomada por la Diputación Foral en el marco de sus competencias.
«Tienen competencias para tomar decisiones en materia de tráfico y la capacidad del Gobierno para poder actuar es nula, porque esas competencias y esa decisión corresponde al Gobierno vasco«, indicó el titular de Fomento, Íñigo de la Serna.
Presión a los precios
De su lado, los transportistas advierten de los «inmediatos efectos perjudiciales e inflacionistas» que este coste añadido para el sector tendrá en la competitividad de la economía, dado que puede afectar a la exportación de los productos españoles e incrementar el precio final de los bienes.
Los camioneros rechazan así el nuevo peaje, que consideran una «doble imposición fiscal» sobre un sector que, según asegura, ya es «de los que mayores cargas fiscales y sociales soporta» a pesar de ser «estratégico para el país por su aportación a la industria y el comercio, y como generador de riqueza y empleo«.
En concreto, la CNTC calcula que el transporte de mercancías por carretera aporta anualmente a las arcas del Estado más de 12.000 millones de euros a través de distintos impuestos.
Además, los camioneros denuncian la alta cuantía del nuevo peaje (de entre 0,33 y 0,44 euros por kilómetro) y que su recaudación (unos 30 millones de euros al año) no revertirá en su beneficio.
No obstante, en paralelo a la convocatoria de nuevas movilizaciones contra este peaje, las patronales están a la espera de que el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco se pronuncie sobre el recurso que en su día interpusieron en contra de la tasa, por considerar que vulnera las directivas europeas en materia de tarificación de infraestructuras.