La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital en funciones, Nadia Calviño, ha destacado el «fuerte compromiso» de todos los socios europeos para buscar un consenso sobre la reforma de las reglas fiscales.
Además, espera presentar una primera propuesta de acuerdo en la próxima reunión de los ministros de Economía y Finanzas de la UE, que tendrá lugar en Luxemburgo el 17 de octubre.
«Ha habido unanimidad en cuanto a la necesidad de intensificar nuestro trabajo en las próximas semanas, con un calendario ambicioso y trabajando de manera constructiva para lograr un consenso de aquí a final de año y tener unas nuevas reglas fiscales aplicables a partir de 2024″.
Declaraciones de Calviño en rueda de prensa tras la reunión informal ministerial de Asuntos Económicos y Financieros de la Unión Europea celebrada en Santiago de Compostela.
Según ha contado la responsable económica del Gobierno en funciones, la reunión de este sábado ha sido «muy fructífera». Con la vista en el Ecofin de octubre, Calviño ha asegurado que los Veintisiete se han mostrado «abiertos a pasar a la fase de la negociación política».
«Ambición» de la presidencia española en cuanto a las reglas fiscales
Para Calviño, las reglas deben consensuarse en torno al equilibrio entre una reducción sostenida de las ratios de deuda pública sobre el PIB -y por tanto unas finanzas públicas sostenibles en el medio y largo plazo-, y a la inversión y los incentivos para abordar las reformas estructurales.
Por su parte, el comisario europeo de Comercio, Valdis Dombrovskis, ha destacado en la rueda de prensa la «ambición» de la presidencia española para tener, antes de que acabe el año, un acuerdo en torno a las reglas fiscales.
«Puede que sea gran desafío, pero la presidencia española está muy comprometida», ha dicho el comisario, tras asegurar que desde la Comisión van a continuar apoyando en esos esfuerzos.
En los márgenes de la reunión ha habido encuentros entre las delegaciones nacionales y los candidatos presentes, entre ellos, la excomisaria europea, Margrethe Vestager, pero sin que se haya avanzado en la elección, a la que opta Calviño.
La Comisión propone exigir la reducción del déficit por debajo del 3% del PIB
Al haber cerrado el 70% del texto de la reforma a nivel técnico, Calviño ha insistido en pasar a la negociación política en torno al regreso de unas normas fiscales que, tras cuatro años congeladas por la pandemia y el impacto de la guerra en Ucrania, volverán a exigir una reducción del déficit público por debajo del 3% del PIB y una deuda pública por debajo del 60%.
La propuesta de la Comisión al respecto otorga un mayor poder a los gobiernos para decidir cómo cumplir estos objetivos, aunque exige un ajuste anual mínimo de déficit del 0,5% del PIB hasta llegar al 3%. A su vez se plantea una reducción gradual de la deuda a lo largo de cuatro años, prorrogable hasta siete, una propuesta que cuenta con un apoyo mayoritario por parte de los Veintisiete.
Países como Alemania habían rechazado la propuesta vinculada a las sendas de ajuste presupuestario para cada país. El alemán, en concreto, defendía una reducción mínima de deuda del 1% del PIB anual para los países con una deuda más elevada, como es el caso de España, y del 0,5% para aquellos menos endeudados.
Parámetros que considera plausibles a pesar de que algunos países los critican por ser demasiado frugales. Mientras, Francia se alinea con Italia y países del este, que quieren mayor margen para las inversiones en defensa a raíz de la guerra de Ucrania.
Pese a los bloques, la dinámica de las negociaciones está lejos de las duras discusiones entre el norte y el sur que marcaron la crisis financiera de la pasada década, según apuntan fuentes europeas. Estas destacan que algunos de los mayores defensores de la austeridad en el pasado han matizado su postura después de que la pandemia y la guerra les hayan obligado a endeudarse.
Desde España se han mostrado optimistas en cuanto a objetivos numéricos de la propuesta tras las últimas reuniones y han destacado el trabajo bilateral con Alemania, con ayuda de Países Bajos y Dinamarca, para construir puentes y salir de la disruptiva de bloques en la que se encontraba la discusión.
España buscará un acuerdo en octubre
Aunque las conversaciones de este sábado hayan abordado la reforma de manera informal, fuentes diplomáticas han señalado que la presidencia española se valdrá de ellas con vista a presentar una primera propuesta de acuerdo en octubre antes de dejar la presidencia europea.
La meta es conseguirlo antes de que expire la legislatura europea en junio de 2024 para que se puedan aplicar ya en los presupuestos nacionales de 2025.
Si quedara algún elemento adicional se abordaría en noviembre, mes en el que el Parlamento Europeo también espera tener su posición para posteriormente acordar conjuntamente un texto final. Además, algún ministro se ha ofrecido para tener reuniones y contactos adicionales más allá de la reunión del Ecofin de octubre.
Los Veintisiete pactaron en primavera las características esenciales de la reforma, que tendrán un horizonte de cuatro años, aunque los países podrán ampliarlas a siete años si comprometen reformas e inversiones en línea con las prioridades de la UE.