Los 1.825 millones de euros captados por el Tesoro Público se encuentran en el rango medio previsto, y lo ha logrado cobrando más a los inversores en la referencia a cinco años y bajando la rentabilidad en las obligaciones a 20 años.
Se trata de la primera emisión del Tesoro en el mes de noviembre, después de la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2021, y se produce justo el día en el que la Comisión Europea ha empeorado las previsiones económicas para España, con una caída del 12,4% del PIB este año, el mayor descenso de toda la UE.
A pesar de este empeoramiento de las estimaciones, la rentabilidad del bono español a 10 años ha marcado este jueves un nuevo mínimo del año, al situarse en el 0,068%, lo que demuestra que los inversores siguen confinado en los títulos de deuda española. Así, la demanda conjunta de las dos referencias subastadas hoy ha superado los 3.800 millones, muy por encima de lo colocado en los mercados (1.825 millones).
En concreto, el Tesoro ha colocado 470 millones de euros en el bono a cinco años, frente a unas peticiones por importe de 1.115,90 millones, y el tipo de interés marginal se ha situado en el -0,978%, más negativo que el -0,546% de la emisión anterior celebrado el pasado 4 de junio.
En el caso de la obligación a 20 años, el Tesoro ha colocado 1.355 millones de euros, muy por debajo de los 2.729 millones solicitados por los inversores, y la rentabilidad marginal se ha situado en el 0,615%, menor que el 1,251% que ofreció el organismo en la primera emisión sindicada a 20 años que lanzó el pasado 9 de junio.
Tras la subasta de este jueves, el calendario de emisiones de noviembre contempla otra operación de letras a 6 y 12 meses el martes, otra de bonos y obligaciones el jueves día 19, y una última de letras a 3 y 9 meses el martes 16.