El teletrabajo ha llegado para quedarse en España, consolidándose como una modalidad laboral clave en el país. Aunque alcanzó su mayor auge durante la pandemia, la mayoría de las empresas continúan apostando por este formato, con más de 3 millones de personas trabajando en remoto.
En grandes bancos como BBVA, el teletrabajo ha evolucionado hacia un modelo de trabajo flexible. La empresa recomienda tres días en la oficina y dos días en casa, dejando a los empleados la libertad de gestionar qué días trabajan desde cada lugar y con la posibilidad de ajustar su horario trimestralmente.
Esta flexibilidad se refleja en los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), que muestra que el 15% de la población activa, más de 3,1 millones de personas, trabaja en remoto. Este modelo se ha convertido en una tendencia consolidada, especialmente entre los trabajadores de entre 25 y 44 años, quienes valoran el ahorro de tiempo y la flexibilidad como sus principales ventajas.
A pesar de la aceptación generalizada, las pequeñas empresas aún son reacias a adoptar el teletrabajo. Según un informe de InfoJobs, un 55% de las empresas no lo ha implementado, y su adopción ha disminuido progresivamente en los últimos tres años.