El sector agrario español se une al francés y convoca movilizaciones por todo el país

productos agrícolas

Las principales organizaciones agrarias, Asaja, COAG y UPA, han acordado retomar el calendario de movilizaciones para pedir cambios en las políticas de la Unión Europea. Reclaman un «ambicioso» plan de choque que recoja medidas tanto a nivel de la UE como del Gobierno español y de las comunidades autónomas. Los primeros actos de protesta se desarrollarán a escala regional en las próximas semanas, según han informado las asociaciones en un comunicado conjunto.

Las tres organizaciones agrarias mayoritarias españolas han acordado iniciar las protestas, en línea con los agricultores de otros países de la UE, «ante la frustración y malestar creciente debido a las difíciles condiciones y asfixiante burocracia que generan las normativas». Además, critican que los agricultores «luchan frente a un mercado desregulado» que importa productos agrarios de terceros países que «presionan a la baja» los precios de los productos de la UE y en España.

En este sentido, COAG, UPA y Asaja han destacado que van a reclamar la paralización de las negociaciones de acuerdos como el del Mercosur, la no ratificación del acuerdo con Nueva Zelanda y que se frenen las negociaciones con Chile, Kenia, México, India y Australia.

Por otro lado, las organizaciones han reclamado la modificación y ampliación de la Ley de la Cadena Agroalimentaria para prohibir las prácticas desleales para que los precios de los agricultores cubran los costes de producción. A su vez, han informado que han llegado a un acuerdo para pedir al ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, soluciones «inmediatas» para abordar problemas del sector, como las consecuencias de la sequía y de la guerra en Ucrania.

A nivel autonómico, Asaja, COAG y UPA exigen que se debe recuperar «un presupuesto reforzado para los seguros agrarios, para adaptarlo a la situación estructural que suponen las sequías y fenómenos meteorológicos adversos». Asimismo, a nivel particular de la ganadería, demandan una política de sanidad animal «coordinada, seria y coherente que ayude a los profesionales del campo y no les hunda».