El precio de la gasolina y el diésel sigue bajando a las puertas de la operación salida de agosto

El precio de la gasolina y el diésel sigue bajando a punto de comenzar la operación salida de agosto. Este jueves, la gasolina de 95 se vende a 1,754 euros el litro, una vez aplicada la rebaja de 20 céntimos, lo que supone una bajada de siete céntimos con respecto a la semana pasada. Sigue abaratándose por quinta semana consecutiva y alcanza su precio más bajo desde finales de mayo.

El gasóleo, que encadena cuatro semanas a la baja, se sitúa en 1,733 euros el litro, dos céntimos menos que hace siete días y su precio más barato desde principios de junio. Sin embargo, cabe recordar que estos son valores medios, y en algunas estaciones pueden ser mayores.

Ambos carburantes marcan los valores más bajos en los últimos dos meses, aunque marcarán una operación salida de agosto con unos precios especialmente altos en comparación con años anteriores. No obstante, son más baratos que a finales de marzo, cuando el Gobierno estableció la bonificación de 20 céntimos por litro para todos los consumidores.

Sin aplicar el descuento, se quedan por debajo de los dos euros, y la gasolina de 95 se vende a 1,954 euros el litro de media, mientras que el gasóleo se sitúa en 1,933 euros, según datos del Boletín Petrolero de la UE, que recoge el valor incluyendo los impuestos. De este modo, ambos se posicionan por debajo de la barrera de los dos euros, algo que no ocurría desde finales de mayo.

En este escenario, se vuelve a estrechar la diferencia de precios entre los dos carburantes y esta semana es la más baja desde mediados de junio.

La operación salida de agosto más cara en años

A pesar de las bajadas de las últimas semanas, el precio de los carburantes registrará un precio especialmente alto con respecto a los últimos años de cara a la operación salida de agosto, que arranca este viernes y se prolongará hasta el próximo lunes, y en la que se prevén en torno a 5 millones de desplazamientos por carretera.

La escalada de ambos carburantes ha provocado que el precio de la gasolina haya aumentado cerca de un 19% desde que comenzó el año, una cifra que sube al 29 % en el caso del gasóleo. Así, llenar un depósito medio de 55 litros con gasolina supera ligeramente los 96 euros, mientras que con gasóleo se sitúa en 95 euros, lo que supone pagar cerca de 19 euros más que a principios de 2022 si se utiliza gasolina, y 21 euros si se elige gasóleo.

Pese a los valores históricamente elevados, el precio de ambos carburantes en España -una vez aplicado el descuento- se mantiene por debajo de la media europea, que, según la estadística de la UE, se sitúa en 1,879 euros el litro para la gasolina, y 1,902 euros para el gasóleo.

Para amortiguar el impacto que el encarecimiento de la gasolina y el gasóleo está teniendo en los ciudadanos, el Gobierno ha prorrogado hasta finales de año la bonificación de 20 céntimos por litro de carburante para todos los consumidores.

A la estela del precio del crudo

Estas cifras se registran en un entorno de precios elevados del crudo en un escenario marcado por la guerra en Ucrania. Así, a pesar de la relajación en sus precios en las últimas semanas, este jueves el barril de Brent, de referencia en Europa, cotizaba por encima de los 100 dólares (103 dólares), mientras que el Texas americano se intercambiaba a 98,8 dólares.

No obstante, el precio de los carburantes depende de múltiples factores, como su cotización específica (independiente de la del petróleo), la evolución del crudo, los impuestos, el coste de la materia prima y de la logística y los márgenes brutos. Por ello, la evolución en la cotización del crudo no se traslada directamente a los precios de la gasolina, sino que lo hace con un decalaje temporal.

En relación con esto, este jueves se han publicado los beneficios de grandes energéticas como Repsol, Shell y TotalEnergies, que han disparado sus ganancias a cifras récord a raíz del encarecimiento de hidrocarburos por la guerra de Ucrania.