Desde 2016 el PIB per cápita de España mantiene en el 90% del promedio de la UE, lo que de acuerdo a Funcas, son «claras señales de agotamiento estructural previas al Covid-19».
Además, Funcas indica que el porcentaje del 90% está «significativamente» por debajo del 98% de la media de la UE que alcanzó el PIB per cápita español en 2003, en pleno periodo de expansión económica.
Esta es una de las principales conclusiones que figuran en el último ‘Cuadernos de Información Económica’ de Funcas, donde se advierte de que la crisis generada por la pandemia golpea a una economía que ya no convergía con la UE-27 y apunta que la implementación del programa ‘Next Generation EU’ (NGEU) supone una «»gran oportunidad para revertir esas limitaciones estructurales y, en último término, para relanzar los procesos de convergencia en la UE.
El artículo de Ramon Xifré publicado por Funcas detalla que la falta de convergencia de España respecto a la media de la UE se manifiesta en indicadores como el porcentaje de población empleada, la intensidad inversora en I+D, pública y especialmente privada, y la ratio de deuda pública sobre PIB.
En otros casos, la debilidad se observa en progresos más lentos, como la reducción en la tasa de abandono escolar y el porcentaje de población en riesgo de pobreza y exclusión social.
En este contexto, el autor señala que hay que dedicar especial atención a la administración de los fondos europeos, alcanzando consensos políticos y sociales y mejorando la capacidad de gestión con las reformas administrativas necesarias.
En todo caso, destaca que la propia naturaleza de los fondos y su orientación en términos de reformas a medio y largo plazo «pueden friccionar», junto con el retraso en la tramitación, con los estímulos a corto plazo que requiere la economía española desde los primeros meses de 2021.