Bill Gates, el fundador de Microsoft y su esposa Melinda han anunciado su divorcio luego de una relación de 30 años, 27 años casados.
Los Gates han anunciado su separación en un comunicado difundido en Twitter, en él piden «privacidad» durante este momento. No se sabe si la pareja había firmado un acuerdo prenupcial en el que estipula cómo dividir su inmensa fortuna, que además de participaciones en diversas compañías, incluye varias propiedades en los Estados Unidos, un jet privado, una gran colección de arte y una flota de coches de lujo.
— Bill Gates (@BillGates) May 3, 2021
Los Gates se conocieron en 1986, cuando ella, recién graduada de la Universidad de Duke, entró a trabajar en Microsoft, entonces una empresa de software con un futuro muy prometedor, fundada por Gates, que había abandonado sus estudios en Harvard para crear la empresa.
El matrimonio cuenta con patrimonio que supera los 130.000 millones de dólares, lo que los convierte en las cuartas personas más ricas del mundo, detrás de Jeff Bezos, Elon Musk y el propietario francés de artículos de lujo, Bernard Arnault.
Cómo dividir la gran fortuna
El gran punto que más llama la atención en el divorcio de Bill Gates y Melinda Ann French es cómo se van a dividir su fortuna, en especial de no contar con un acuerdo prenupcial. Si bien hay un referente cercano, la separación de Jeff Bezos y Mackenzie Scott
De acuerdo a Forbes, el empresario y filántropo tiene un patrimonio estimado a día de hoy en 130.500 millones de dólares (108.100 millones de euros).
Solo el 1,37% del capital de Gates en Microsoft vale 26.000 millones de dólares (21.500 millones de euros), de acuerdo con la cadena de televisión estadounidense CNBC. Queda también la Fundación Bill y Melinda Gates, un gigante con un patrimonio de más de 40.000 millones de dólares – en su mayor parte, donado por Bill- que se dedica a la ayuda al desarrollo en el mundo.
Si bien en el comunicado expresan un mensaje de continuidad, son muchos los interrogantes respecto al futuro de la fundación, uno de los proyectos filantrópicos más influyentes del mundo y que puede afectar a empresas como Walmart, Caterpillar o la firma de inversiones de Warren Buffet, en las que la fundación tiene participación.