El Ministerio de Trabajo y Economía Social ha sufrido este miércoles un ciberataque, según ha informado a través de su cuenta de Twitter, después de que el pasado marzo el sistema del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) recibiese otro ciberataque que impedía acceder a su página web durante días.
En esta ocasión, el SEPE no se ha visto afectado y la página web como la sede electrónica continúan prestando servicio a los ciudadanos.
El Centro Criptológico Nacional, encargado de este tipo de delitos, está trabajando ya con los responsables técnicos del departamento que dirige la vicepresidenta y ministra Yolanda Díaz para determinar el origen y restablecer la normalidad lo antes posible.
El ciberataque ha afectado también a algunas secciones del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, no separadas informáticamente de Trabajo. No es el caso de la Seguridad Social, y las oficinas de Extranjería, que continúan prestando atención con normalidad, según han indicado en otro tuit.
El Ministerio del Trabajo bajo la mira de los ciberatacantes
No es el primer ataque que sufre el Ministerio de Trabajo este año. El pasado 10 de marzo, el SEPE fue infectado con un ransomware, un software malicioso que actúa como un secuestro de datos: cifra archivos y bloquea los ordenadores con el fin de obtener dinero a cambio de la liberación.
Tardó tres días en recuperar su página web y algo más en restaurar la normalidad para poder realizare tramites online. El Ministerio de Trabajo tuvo que congelar los plazos para que los parados no perdieran sus prestaciones.
En cualquier caso, el director general del SEPE, Gerardo Gutiérrez, negó que los cibertacantes pidieran dinero y aseguró que no se vieron afectadas las aplicaciones informáticas del organismo ni los datos confidenciales de las personas inscritas en las oficinas de empleo.
Asimismo, Gutiérrez recordó que este tipo de delitos están «a la orden del día» y aseguró que el SEPE seguiría reforzando su seguridad, tecnología y puestos de trabajo para impedir que se repitiera.
Pero el organismo público no ha sido la única víctima en estos últimos meses. Recientemente, una compañía brasileña, la mayor empresa cárnica del mundo, sufrió también un ciberataque ransomware.
Lo mismo ocurrió con el hackeo al mayor oleducto de Estados Unidos en mayo. En ambos casos, tras una investigación, el FBI acusó a ciberdelincuentes rusos de estar detrás de los ataques, aunque se identificó a diferentes bandas de delincuentes.
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