Aplicaciones como Tinder o Meetic generan grandes beneficios económicos, lo que ha generado una proliferación de la oferta.
Conocer personas ‘a la carta’. Esa es la oferta que ofrecen las aplicaciones para encontrar pareja. Una opción para quienes buscan hacer amigos, encontrar el amor de su vida o, simplemente, disfrutar de una noche de sexo casual. Las facilidades que ofrece para las relaciones interpersonales han logrado que ‘apps’ como Tinder o Meetic cuenten con un gran volumen y reconocimiento dentro del sector, lo que, a su vez, repercute positivamente en las cuentas de las compañías detrás de estos productos.
Match Group, propietario de la popular aplicación móvil de citas Tinder, ha logrado una ganancia de6,17 millones de euros al término de su primer ejercicio fiscal correspondiente a 2016, según indican los datos públicos de la empresa. La firma, donde también están agrupadas las aplicaciones Meetic y Match, registró una facturación, solo en el primer trimestre del año pasado, de 247,87 millones de euros, un 21 por ciento más que el mismo período del año anterior.
La clave del éxito, además de su popularidad en el mercado, radica en los ‘usuarios 1remium’. Es decir, los que pagan por los servicios de la ‘app’ con el objetivo de aumentar sus posibilidades de encontrar pareja. Sólo en Tinder se registró más de un millón de usuarios de pago, mientras que en el resto de la cartera de servicios de Match Group este perfil de cliente asciende por encima de los cinco millones de personas, un 36 por ciento más de los registrados en 2015.
Como contrapartida, Match Group ha asegurado que los costes representan un 73 por ciento sus gastos administrativos, hasta 44,57 millones de euros, mientras que los gastos derivados del desarrollo de productos lo hicieron en un 39 por ciento, llegando a los 19,9 millones de euros. De ahí que aún exista un importante margen de mejora que, recientemente, ha intentado capitalizar la competencia en, por ejemplo, el mercado español.
Competidores más osados
A través de una campaña agresiva por las calles y transporte público de las ciudades de España (en especial, en el Metro de Madrid), Wyylde está buscando hacerse un hueco en el mercado de las ‘apps’ para conocer personas. Sin embargo, como valor diferenciador no se ha quedado en la búsqueda de la pareja ideal o de ‘lo que surja’, sino que está directamente diseñada para “el mundo swinger”. Es decir, para las personas interesadas en “un ambiente liberal, donde se pueda disfrutar de intercambios de pareja, tríos u orgías”.
En su página web, Wyylde afirma contar con “800.000 usuarios activos y 3.500.000 registrados(tanto nacionales como extranjeros)”. No es de extrañar las magnitudes alcanzadas por las empresas que se dedican a este sector. Por ejemplo, Momo, la versión china de las ‘apps’ de citas, sumó 81,1 millones a diciembre de usuarios 2016, frente a los 69,8 millones de 2015, lo que le ha permitido ingresar un total de 246,1 millones de dólares en el cuarto trimestre del año pasado, lo que equivale a un incremento del 524 por ciento en comparación con el mismo período del año anterior.
La demanda de conocer personas ‘a la carta’ está creciendo no solo en los jóvenes sino también en los adultos, por lo que el nicho de mercado crece para las compañías que se dedican a ofrecer un espacio de encuentro para la amistad, el amor o ‘lo que surja’, incluido un intercambio de parejas.