Cada vez son menos las personas que usan las mascarillas en los espacios exteriores. Sin embargo. el final del uso obligatorio de mascarilla en espacios interiores aún tendrá que esperar un poco más.
A pesar de que varios dirigentes autonómicos confiaban en que se podría producir pronto, todo indica que ese momento no llegará hasta pasado el invierno. Sobre todo, por un factor ajeno al COVID-19: la gripe.
César Carballo, médico adjunto de Urgencias del Ramón y Cajal, ha explicado en laSexta Noche que España está en una buena situación epidemiologia que permitiría pensar en la retirada del cubrebocas. De hecho, nuestro país suma una incidencia acumulada a 14 días de 40,85 casos, es decir, la nación mantiene un riesgo bajo. Y, además, el porcentaje de vacunados ya supera el 80% de la población.
A pesar de esta situación, los expertos están apurando el final de la mascarilla para combatir la campaña de gripe, que este año se espera que sea más dañina, más si se compara con la del año pasado, que casi no hubo. «Se habla de que podemos tener más casos de gripe. No lo sabemos. El año pasado despareció por completo. Veremos a ver este año», explica César Carballo. «El personal sanitario está agotado (…) sufrir este año una ola endémica de gripe sería un duro golpe», añade.
Así, el médico de urgencias «seguiría manteniendo las mascarillas hasta enero o febrero, precisamente, porque esta medida, acompañada del lavado de manos y la distancia, consiguen que tengamos muchos menos casos de gripes», cuenta. Además, explica que sería muy peligroso juntar una hipotética sexta ola del coronavirus con una campaña de gripe.