El Instituto de Estudios Económicos (IEE) ha disminuido su proyección económica para España tanto para el final de 2019 como para el 2020
El Instituto de Estudios Económicos ha rebajado en tres décimas su previsión de crecimiento para este año, hasta el 2%, y en cuatro décimas su pronóstico para el próximo ejercicio, hasta el 1,5%, por la ralentización del consumo final de los hogares y de la formación bruta de capital fijo, así como por la disminución prevista del saldo por cuenta corriente el próximo ejercicio.
Además, prevé que se crearán 367.200 y 256.000 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo en cada año, pero estima un déficit público y una tasa de paro mayor que la del Gobierno.
Durante la rueda de prensa de presentación del informe semestral ‘Coyuntura Económica’, el presidente del IEE, Íñigo Fernández de Mesa, ha indicado que las previsiones están en línea con las de la Comisión Europea y el Banco de España, al constatar que el proceso de desaceleración en últimos trimestres se ha moderado.
Entre los activos ha destacado la «fuerte inercia de crecimiento», que permite crecer por encima de la media, debido a la confianza de los agentes, pero debe afrontarse la inestabilidad económica; el superávit exterior logrado por la competitividad, siendo su enemigo medidas que dañen dicha competitividad, y el círculo virtuoso de demanda interna, con una economía que crece y crea empleo.
«Es muy importante no revertir las reformas económicas que permiten esta evolución positiva de crecimiento y empleo», ha enfatizado.
Como principales desafíos ha citado el elevado endeudamiento, lo que requiere «extremada prudencia» con la política fiscal.
También ha señalado que la situación de empeoramiento económico será perceptible en la evolución del consumo de las familias, en la inversión y en las exportaciones de las empresas, al tiempo que se ralentiza el ritmo de creación de empleo en el sector privado y la reducción del paro, empeorando el saldo por cuenta corriente y la productividad.
Ante este contexto, el IEE ha defendido la necesidad de moderar el crecimiento del gasto público y que este sea más eficiente, poniendo el énfasis en reformas estructurales y las reformas del sistema fiscal orientadas a impulsar la inversión y la competitividad de las empresas.
Entre ellas, aboga por reducir la fiscalidad empresarial, especialmente las cotizaciones sociales a los empleadores, así como eliminar impuestos «distorsionadores» como el de Patrimonio y Sucesiones.
«SERÍA DAÑINO SUBIR IMPUESTOS»
«En la actual coyuntura resulta especialmente equivocado elevar la presión directa sobre sociedades y familias, o crear un nuevo impuesto sobre actividades financieras (‘tasa Tobin’), que reducirán la inversión y la creación de empleo», advierte.
«Sería extremadamente dañino subir impuestos», ha reiterado Fernández de Mesa, quien ha remarcado la autonomía fiscal de las CCAA para que sean responsables de sus gastos conforme a sus ingresos, y para mantener un entorno tributario competitivo.
DÉFICIT DEL 2,3% EN 2019 Y PARO DEL 14%
En cuanto al déficit público, el IEE cree que el Gobierno planea seguir incurriendo en déficits en los próximos tres años, pese su intención de subir los impuestos, por lo que estima que el Ejecutivo incumplirá sus propios objetivos de déficit, de modo que el desfase se situará en el 2,3% en 2019 y del 2,2% en 2020, en lugar del 2% y el 1,1% previsto por el Ejecutivo.
Con respecto a la tasa de paro, el IEE ha empeorado ligeramente sus perspectivas al estimar que España creará 367.200 y 256.000 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo en 2019 y 2020, respectivamente. Con ello, la tasa de paro se reducirá al l4,1% y al 13,1%, respectivamente, cifras más altas que las estimadas por el Ejecutivo para dichos ejercicios (13,8% y 12,3%).
Según el IEE, el empleo crecerá un 1,9% este ejercicio y se ralentizará al 1,3% el próximo año.
En cuanto al IPC, el IEE estima que la media anual este año se sitúe en el 0,7% y se intensifique al 0,8% en 2020, con una proyección de una remuneración salarial media del 1,9% y el 1,7%, respectivamente.
Además, advierte de que el alto nivel de endeudamiento público sitúa a España en una situación «muy expuesta», bien porque la economía continúe desacelerándose o porque se eleve el coste de refinanciar la deuda.
IMPACTO DE LA DESACELERACIÓN MUNDIAL
Fernández de Mesa ha indicado que la economía experimenta un proceso de desaceleración «sincronizado» a nivel mundial, por el elevado grado de incertidumbre por varias cuestiones (aumento aranceles, transición energética, conflictos en Oriente Medio y su repercusión en el petróleo, movimientos populistas), lo que posterga las decisiones empresariales.
A nivel europeo, ha explicado que los principales focos de incertidumbre en Europa son el Brexit y la incapacidad de alcanzar acuerdos sobre inmigración, y constata una Europa a dos velocidades, una formada por Alemania e Italia, que crecen a tasas bajas, y otra encabezada por Francia y España, con tasas mayores.
Para el IEE, se está dando demasiada preponderancia a la política monetaria acomodaticia y podría tener efectos contrarios a los deseados, porque con una población más envejecida si la remuneración del ahorro es menor se tiende a ahorrar más.
También tiene un efecto «pernicioso» sobre la rentabilidad bancaria y favorece la existencia de entidades ‘zombies’ en los bancos, ha indicado Fernández de Mesa, quien cree que esta política «tuvo su lógica» pero ya menos, y estima que tampoco hay margen fiscal, sino que hay que apostar por eficiencia del gasto público, eficiencia tecnológica y mercado interior.
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