El Gobierno regulará el precio de los test de antígenos y comprará este mes de enero un total de 344.000 dosis del medicamento antiviral y oral de Pfizer, que reduce la posibilidad de hospitalización y fallecimiento «en un 88%».
Así lo ha avanzado este lunes el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que también ha recordado que hace un año ya se aprobó la reducción del IVA en la compra de los test, que han vivido una explosión de demanda en esta sexta ola y ha apostado por la conversión del Covid en una «enfermedad endémica».
En este sentido, el presidente también ha defendido la negativa del Gobierno a que este tipo de test se vendieran en las farmacias y no en los supermercados y ha recordado que el Ejecutivo ya incluyó la rebaja del IVA de los test en el paquete de medidas fiscales que aprobaron hace un año y que provocó que las mascarillas tuvieran un IVA superreducido del 4%.
Sánchez también ha anunciado en la entrevista la compra, para este mes de enero, de 344.000 antivirales orales de Pfizer contra la Covid, que reduce «en un 88% la posibilidad de hospitalización» y fallecimiento de los infectados.
La Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) autorizó la primera pastilla contra el coronavirus, la de Molnupiravir, el pasado mes de noviembre, cuando Pfizer, que ha monopolizado el mercado de las vacunas, anunció que ya trabajaba en su píldora.
Asimismo, Sánchez ha insistido en su rechazo de convertir la vacunación en obligatoria, una medida que ya se está tomando en algunos países europeos, como es el caso de Italia. Según sus palabras, es «un error elevar a categoría lo que son anécdotas», en referencia a las personas que han decidido no vacunarse.
El presidente ha recordado que más del 90% de la población española tiene ya la pauta completa de vacunación y más del 80% de los mayores de 60 años ya cuenta con la dosis de refuerzo.
Estos datos, según Sánchez, avalan su política «de pedagogía y no obligatoriedad» de medidas «que han encontrado una respuesta positiva» entre la población.
«Es importante recordar a los no vacunados que tienen el derecho y el deber de protegerse, pero el comportamiento cívico de nuestros conciudadanos ha sido ejemplar», ha insistido.
El pico de la sexta ola, «en las próximas semanas»
Esta respuesta «positiva» a la vacunación marca, según el presidente, un posible cambio de la pandemia, una «gripalización» de la Covid.
Como ha explicado Sánchez, la situación «no es la de hace un año», ya que la tasa de mortalidad se ha reducido del 13% de la primera ola al 1% de la sexta, que alcanzará su pico máximo «en las próximas semanas».
Es por ello que, a falta de confirmación de los estudios «más avanzados» que ya hablan de una mayor levedad de la variante ómicron pese a su mayor infecciosidad, el presidente ha asegurado que «tenemos las condiciones para que poco a poco empecemos a evaluar la evolución de la enfermedad con parámetros diferentes».
Todo ello posibilitará la «conversión de la Covid en una enfermedad endémica» contra la que, eso sí, de momento la población seguirá luchando con medidas de «autoprotección». Y en ese contexto entran las mascarillas al aire libre.
Esta medida fue acordada en la última conferencia de presidentes -habrá otra telemática este mes de enero y una presencial en La Palma en febrero-, lo que conllevó una gran polémica. No obstante, Sánchez ha defendido la medida «porque lo dice la ciencia».
«La gente se contagia cuando se exhala el virus», ha recordado el presidente, que sí ha mencionado que es evidente que la mascarilla no es necesaria «cuando uno está en el campo o en la playa», pero sí en otros ámbitos junto con la vacunación, una combinación a la que el Gobierno se aferra para terminar con la pandemia.
La empresa navarra Cinfa se convierte en el mayor distribuidor de test de antígenos