El ministro de Universidades, Joan Subirats, ha anunciado este miércoles su intención de incorporar a la futura Ley Orgánica del Sistema Universitario que todos los profesores universitarios tengan que superar un curso de formación en docencia en su primer año, como ocurre con los maestros de otros niveles educativos.
El ministro lo ha avanzado en declaraciones a periodistas a su llegada al Congreso para su primera comparecencia parlamentaria desde que tomó posesión del cargo hace dos meses, y ha indicado que es una propuesta que pretende incluir en el proyecto que el Gobierno aprobará este semestre y que confía que obtenga su aprobación como ley en el primer cuatrimestre de 2023.
Según ha explicado, el refuerzo de la actividad docente en las universidades españolas es «muy importante», ya que las universidades no pueden ser ni solamente «academias» ni únicamente «laboratorios».
Los cursos dependerían de las unidades de innovación docente
«Nuestra intención es que la universidad deje de ser una excepción, en el sentido de que para empezar cualquier actividad educativa quien quiera ser maestro o profesor tiene que pasar por un curso de formación, y en la universidad no es así», ha señalado a los periodistas.
Por eso, ha añadido, propone que sean alumnos de clases sobre docencia todos los profesores «en su primer año de universidad»; es decir, en el primero de los seis cursos académicos que requiere un ayudante doctor.
En principio, los cursos de formación para los profesores universitarios dependerían de las unidades de innovación docente con los que cuenta cada universidad, ha explicado el ministro, quien ha señalado que quiere «reforzar el papel de la docencia», con respeto a las competencias autonómicas y a la autonomía universitaria.
Respecto a cómo será este curso inicial, el ministro se ha mostrado prudente, al afirmar que el Ministerio tendrá que ver cómo lo abordará: «Se trata de buscar la manera en que esto se haga de la mejor manera posible, sin que sea una carga», ha añadido.
Subirats ha indicado que su propuesta surge de su propia experiencia como profesor universitario: «Cuando empecé en 1974, al cabo de unos días estaba dando un curso de Educación Política en San Agustín sin que nadie me dijera en qué consistía dar clases (…) Después de 47 años de universidad, he visto también lo que ocurría; he aprendido mucho de mis maestros anteriores; he sido capaz de compartir mi experiencia pedagógica con personas que empezaban y creo que esa reflexión es la que me ha llevado aquí», ha relatado.»
Formación dirigida a trabajar sobre las tecnologías
Además, cree que «en pleno siglo XXI» hay que reforzar tanto el papel de las nuevas tecnologías en la enseñanza como el valor de la presencialidad en las aulas.
Al inicio de su comparecencia ante los diputados, Subirats ha ahondado en esa idea, en especial en que la formación ha de dirigirse a «trabajar sobre las tecnologías y el valor de la presencialidad».
«La LOSU debe incorporar formación inicial en metodologías docentes, aprovechando la gran experiencia de las universidades», ha subrayado el ministro.
Asimismo, según fuentes del Ministerio a Europa Press, además de esta formación inicial, la nueva Ley dará un impulso a la formación continua para que el profesorado pueda actualizarse y reciclarse en las metodologías didácticas más idóneas en cada disciplina.
El anteproyecto de la LOSU aún se encuentra recabando las aportaciones de la comunidad universitaria con el objetivo de ser aprobado por el Consejo de Ministros en «este periodo de sesiones», según ha afirmado el ministro.
«De tal manera que así cumplamos los objetivos que estaban previstos, que la ley, en el caso de que sea aprobada, que es lo que esperamos, después de una tramitación de seis o siete meses, que son los normales en una ley orgánica, pudiera verse aprobada en el primer cuatrimestre de 2023«, ha finalizado.
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