Yolanda Díaz, ministra de Trabajo, dio a conocer que el Gobierno ha tomado la decisión de prohibir los despidos durante la crisis sanitaria
El Gobierno ha decidido prohibir los despidos durante la crisis del coronavirus, según ha expuesto la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, tras la reunión del Consejo de Ministros. “No se puede aprovechar el COVID-19 para despedir”, ha afirmado Díaz que ha explicado que la prohibición, sin efecto retroactivo, es desde hoy. “Hemos arbitrado un mecanismo excepcional, amplísimo con muchos recursos públicos”, ha señalado Díaz en alusión a los ERTES, para que no sea necesario despedir.
Junto a esta medida, el Gobierno ha acordado que los contratos temporales, incluidos los formativos, de relevo e interinidad, se mantengan vigentes hasta que concluya la crisis sanitaria, evitando aumentar el número de despidos. “No hay que extinguir los contratos temporales, estos se interrumpen y continuarán cuando pasemos la crisis sanitaria”, ha añadido.
“No es necesario despedir a nadie en nuestro país (…) No se va a dejar a nadie atrás”, ha reiterado la ministra de Trabajo. El Gobierno ha acordado concretar los mecanismos para que la prestación de desempleo se solicite directamente por parte del empresario que ha tramitado el ERTE, lo que agilizará los trámites para que los trabajadores puedan cobrar cuanto antes.
Para ello, se habilitará un formulario que cubrirán las empresas con datos de los trabajadores y lo mandarán al SEPE. Vamos a reconocer las prestaciones por desempleo con mucha rapidez, ha apuntado Díaz, que ha recordado que tienen derecho a esta prestación incluso quienes no hayan cotizado lo suficiente y que se pondrá el contador a cero.
Asimismo, se ha acordado que la Inspección de Trabajo tenga un papel activo en el control de los ERTE y vele por la comprobación de las causas alegadas, reservando sanciones o devoluciones de las cuantías percibidas por las empresas en caso de incumplimiento. “Pido ejemplaridad a los empresarios (…) que mantengan los puestos de trabajo”, ha pedido Díaz.
La situación en España
El gobierno español anunció este viernes que 769 personas murieron de coronavirus en las últimas 24 horas, un récord en el país, que ya suma un total de 4.858 fallecidos y 64.059 casos confirmados.
El balance de muertes aumentó un 18,8% respecto al jueves en España, que es el segundo país del mundo con más muertos por COVID-19. El número de personas que han sanado asciende a 9.357, un 33% más que el jueves, según el gobierno.
España acelera el montaje de hospitales de campaña ante la avalancha de pacientes que se espera en los próximos días. Al mismo tiempo, las autoridades contratan a más médicos y se afanan en conseguir más material para combatir la pandemia. Los expertos señalan que el país podría estar aproximándose al “pico de la curva” de contagios, lo que supone un incremento próximo de hospitalizaciones, que se sumarán a las que ya existen, con el riesgo de colapso que esto supone para el sistema, si no se ponen en marcha otras alternativas.
Desde grandes ciudades como Madrid, donde con la ayuda del Ejército se montó un hospital con capacidad para hasta 5.000 personas, hasta la pequeña ciudad de Segovia, próxima a la capital, están abriendo nuevas instalaciones para descogestionar a los establecimientos preexistentes, que están al límite de sus capacidades.
La ONG Médicos Sin Fronteras también abrió dos hospitales de campaña en pabellones de dos de los ciudades más afectadas de la región de Madrid. La saturación de la infraestructura es allí una realidad, por lo que se buscan alternativas para atender a los pacientes, desde áreas de hospitalización donde antes había un archivo, a la habilitación de centros deportivos.