El Estado acudirá al rescate de la Seguridad Social con una inyección en 2022 de hasta 43.000 millones de euros destinados a pagar pensiones contributivas y los denominados gastos impropios del Sistema, en consonancia con el mandato del Pacto de Toledo insertado en las medidas incluidas en el primer paquete de la reforma.
Concretamente, además de los ingresos de la Seguridad Social para el próximo ejercicio previstos en los 136.345 millones de euros -lo que supone un crecimiento del 9% respecto al pasado año-, se experimenta un incremento sustancial de 5.099 millones de euros en las transferencias del Estado hasta alcanzar un total de 36.276 millones de euros para «avanzar en dotar a la Seguridad Social de sostenibilidad financiera a medio y largo plazo».
Y además, desde el Estado se continuará dotando un préstamo a la Seguridad Social, con un importe más reducido, de hasta 6.982 millones de euros.
Presupuesto irrealistas
Cabe recordar que la Seguridad Social cuenta para 2022 con un presupuesto de 181.081 millones de euros por la totalidad de sus operaciones, incluidas las de carácter financiero, lo que pone de relieve el peso del sistema de protección social de Seguridad Social en el conjunto de la economía española.
Esta cifra supone un incremento sobre el presupuesto para 2021 de un 5%, motivado principalmente por la revalorización de las pensiones para garantizar su poder adquisitivo.
El aumento del gasto responde del mismo modo a la adecuación de las dotaciones al nivel de gasto que vienen presentando las distintas prestaciones económicas tras la pandemia, especialmente elevado en el caso de la incapacidad temporal.
«Además, tras la equiparación a 16 semanas de los permisos de los dos progenitores en los supuestos de nacimiento, adopción, guarda con fines de adopción o acogimiento en 2021, las dotaciones para la prestación por nacimiento se adecúan a las necesidades de gasto resultantes de la evolución de la natalidad prevista», apuntan desde el organismo.
El déficit se rebaja a 6.171 millones
Frente a los más de 170.000 millones de ingresos que tendrá el sistema en 2021, los gastos ascenderán a 179.826 millones de euros, un 4,6% más que en 2021. La diferencia entre ingresos y gastos arrojan un déficit de 6.171 millones de euros.
Dentro de la partida de pensiones contributivas, 108.723 millones de euros irán a parar al pago de pensiones de jubilación; 25.242 millones se dedicarán a las pensiones de viudedad; 13.547 millones, a pensiones de incapacidad, y 2.484 millones se destinarán a pensiones de orfandad y en favor de familiares.
La prestación de incapacidad temporal integra los subsidios para compensar las consecuencias económicas derivadas de la situación de baja laboral por enfermedad o accidente.
El crédito destinado al pago de estos subsidios alcanzará los 10.818 millones de euros en 2022, un 8,3% más que en 2021, «en coherencia con la evolución que viene presentando esta prestación en 2021», según el Gobierno.
Casi 18.000 millones a clases pasivas
Para el régimen de clases pasivas, que integra las pensiones de los funcionarios públicos que están encuadrados en este régimen de protección específico, así como otras pensiones e indemnizaciones que se han ido incluyendo en esta sección presupuestaria, el volumen total de recursos para 2022 alcanza los 17.911 millones de euros, casi un 5% más que en 2021.
De esta cantidad, la mayor cuantía, casi 13.000 millones de euros, se destinarán a pensiones de funcionarios civiles, mientras que 2.669 millones de euros irán a parar al pago de pensiones de funcionarios de carácter militar.