El Gobierno asegura que no habrá racionamiento de gas en invierno pese a decir que será «durísimo»

Una fortísima subida de los precios de la luz y el gas está trayendo consigo el drama para muchas familias españolas, que se ven superadas, e incluso algunas aseguran que no pueden cubrir todos los costes requeridos. Ahora, y a expensas de lo que traiga consigo el otoño, y posteriormente el invierno, el Gobierno trata de mostrarse optimista sobre lo que venga en los siguientes meses, pese a su inicial advertencia sobre «un invierno durísimo».

Ahora, el Ejecutivo ha salido al paso para dar su promesa de que no habrá un racionamiento de gas en España, ante los malos augurios que señalan un fuerte retroceso en el consumo de gas en nuestro país. El Gobierno confía en el estatus de ‘isla energética’ que han adquirido España y Portugal, para que el precio de la luz pueda descender más de lo previsto. No obstante, la luz continúa registrando máximos históricos y aún se mantiene lejos de las cifras habituales.

La principal preocupación viene motivada por los cortes de gas que se están produciendo en la mayoría de países que tienen una gran dependencia gasística de Rusia. En el caso de España, Rusia ya es nuestro segundo proveedor de gas, al que compramos una cuarta parte suministro, y que solo está por detrás de Estados Unidos. Supera también a Argelia, uno de nuestros socios más habituales, que ya ocupa la tercera posición entre los países que nos suministran gas.

La electricidad, por las nubes

El precio de la electricidad va a alcanzar este martes su tercer máximo histórico en España, con un total de 459,4 euros el megavatio hora, una de las cifras más alta de Europa (nuestro país va a ser el quinto con el precio más alto de todo el continente). En lo alto de la tabla, estará liderando Francia, con hasta 740 euros/MWh, uno de los motivos por los que la Unión Europea ha decidido intervenir el mercado eléctrico de forma urgente, tal y como han anunciado este pasado martes.

Si el otoño incluye racionamiento de gas, los precios podrán moderarse por el lado del consumo, pero no habrá disponibilidad absoluta de todos los servicios que actualmente requieren del gas para poder seguir funcionado. A la espera de saber qué consecuencias tendrá la intervención del mercado eléctrico por parte de la Unión Europea, el continente se prepara para afrontar un final de año cargado de incógnitas que se irán resolviendo conforme pasen las semanas.