El gasto medio en ropa de una familia española descendió en 2021 un 37,4% con respecto al desembolso efectuado antes de la pandemia en 2019, lo que supuso hasta 470 euros menos en moda y textil, según el informe anual presentado este jueves por la patronal del sector, Acotex.
En 2021, cada unidad familiar (de 2,5 miembros) gastó 786 euros de media en renovar y añadir prendas a su vestuario, 117 euros menos que en 2020 y aún más lejos de los 1.256 euros de media alcanzados en 2019.
Así, el presidente de la Asociación Empresarial del Comercio Textil y Complementos, Eduardo Zamácola, ha reconocido en la presentación del informe del sector que para el consumidor «la ropa no es ahora una prioridad«.
El directivo de Acotex ha aclarado que, a la hora de gastar, «hay dudas por la guerra y la inestabilidad mundial» y ha opinado que el consumidor «gasta menos y el poco dinero lo dedica más al ocio y a la restauración«. La caída de la demanda, que se expresa en el citado indicador de gasto por familia, repercute en las empresas y su supervivencia.
Zamácola ha precisado que «un pequeño negocio se plantea cómo puede continuar abierto y, si es una gran cadena, se puede plantear cómo reducir el número de puntos de venta físico». «Estamos muy preocupados», ha subrayado el presidente de Acotex, quien ha destacado el elevado número de cierre de tiendas y la reducción del formato de establecimiento físico.
Menos tiendas, menos trabajadores
Zamácola se ha mostrado convencido de que, tras la pandemia, el consumidor es «más cauto» que antes y, por tanto, la ropa «es la que hay en el armario y deja de ser una prioridad» su renovación.
El año 2022 ha comenzado para el sector con un número de tiendas un 5,16% menor que en el arranque de 2021, según esta fuente. El parque de tiendas y puntos de venta abiertos actualmente del sector textil asciende a 44.672 unidades, frente a las 61.891 que existían antes de la pandemia (17.219 tiendas cerradas), de acuerdo con los datos de la patronal.
En el último año, el sector asistió al cierre de 2.429 puntos de venta y, como consecuencia de ello, se han perdido 8.586 puestos de trabajo. El comercio textil emplea en la actualidad a 163.846 personas, 35.266 menos que en 2019.
El comercio textil facturó un 16% menos
El comercio textil en España facturó un 16,17% menos en 2021 en comparación con un año antes, hasta 8.902 millones de euros, cuando hace solo dos años la cifra de negocios era de 18.078 millones (57% más).
Para el presidente de Acotex el año pasado «fue muy duro a pesar de que se esperaba un auge del consumo y, al final, ha sido peor que el anterior». La facturación por empleado retrocedió el año pasado un 11,78% en tasa anual, hasta 54.332 euros; cuando en 2019 esa cifra por empleado fue de 90.793 euros, se indica en el informe.
Por formatos comerciales, las cadenas especializadas siguen su avance y concentraron el 38,1% de las compras del sector en 2021, al igual que los hipermercados, hasta el 28% del total.
Continúan en un descenso acusado las tiendas multimarcas, que en 2021 solo concentraron el 9,9% de las ventas (en 1993 sumaban el 58,8%), en tanto que mantienen su nivel los outlets (15,1%) y los grandes almacenes (8,9%). En cuanto al canal electrónico, sus ventas representaron el 15,5% de la facturación total en 2021.
Previsiones todavía marcadas por la incertidumbre
El año ha comenzado con datos positivos en las ventas en el primer cuatrimestre, según el barómetro de Acotex, con incrementos a doble dígito cada mes, aunque la patronal ha admitido que el indicador parte de una comparativa muy baja con respecto a 2021 y «muy lejos aún» de los datos de prepandemia.
«Este año», ha dicho, Zamácola «vemos semanas muy desiguales, de gran afluencia de consumidores en unas y, en otras, de repente más vacías», aunque ha destacado que confía en un crecimiento del sector a doble dígito.
Esta valoración la ha supeditado al desenlace de las noticias externas y datos macro, al aumento de los costes en logística y de las materias primas, de la relocalización de las producciones y el desarrollo de la guerra en Ucrania. Zamácola ha concluido que «será razonable» un incremento de los costes de venta al público a lo largo de 2022.