La factura que ha supuesto hacer frente a la COVID-19 ha provocado un desequilibrio en las cuentas públicas españolas que el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha instado este miércoles a corregir a partir de 2023 a través de la puesta en marcha de un ajuste fiscal «creíble», que sea “firme” pero “gradual” y que permita reducir el déficit a un ritmo de 0,5 puntos al año y volver al equilibrio en las cuentas públicas al final de la década.
Entre otros, el organismo aboga por realizar un «refuerzo de la recaudación del IVA» o «aumentar los impuestos medioambientales», pues sostiene que «la relación impuestos-PIB de España es relativamente baja» en comparación con otros países.
«Una formulación temprana de un plan creíble de consolidación fiscal a mediano plazo podría ayudar a generar el consenso social necesario y respaldar la confianza de los inversores«, sostiene el organismo con sede en Washington en un informe elaborado tras la visita de sus analistas a España, el conocido como Artículo IV. No obstante, insta a hacerlo «una vez que se haya cerrado la brecha de producción y la economía se encuentre en una senda de crecimiento sostenido», unas condiciones que calcula que se cumplirían el próximo año.
Según el FMI, «la decisiva respuesta política de España a la pandemia ha sido fundamental para salvar vidas y aliviar la gravedad de la contracción económica, pero inevitablemente ha pasado factura a las finanzas públicas», lo cual obligará a «reconstruir gradualmente los colchones fiscales con el tiempo para mantener la sostenibilidad fiscal y la estabilidad económica».
Y es que según Eurostat, el déficit público de España se situó en el 7,3 % en el tercer trimestre de 2021, el segundo mayor de la eurozona; mientras que la deuda pública española es la cuarta más alta de los Veintisiete, al marcar un 121,8 % en el mismo periodo.
Para reducirlo y volver a los niveles previos a la crisis, el FMI señala que este año será suficiente con «la recuperación económica y los estabilizadores automáticos», si bien posteriormente será necesario «movilizar ingresos adicionales» y «mejorar la eficiencia del gasto».
Y para ello plantea al Gobierno «reforzar la recaudación del IVA, aumentar los impuestos medioambientales y reducir las ineficiencias del sistema fiscal», unas medidas que -subraya- deben ir «siempre acompañadas de transferencias sociales específicas para mitigar el impacto en los hogares vulnerables». A su juicio, «este enfoque ayudará a proteger la recuperación y a contener los costes de las cicatrices a largo plazo».
Mantiene las previsiones económicas para este año y el que viene
En el informe, el Fondo mantiene sin cambios las últimas previsiones para la economía española, publicadas a finales de enero, y que registraban un crecimiento del PIB en 2022 del 5,8 %, que se moderará al 3,8 % el próximo año y hasta el 2,3 % en 2024.
A pesar de que subraya que estas estimaciones están envueltas en una gran incertidumbre por la evolución de la pandemia, el FMI reitera su confianza en que la variante ómicron tenga solo un impacto moderado en la actividad económica.
Y asegura que la recuperación de la economía española se verá respaldada por un robusto consumo privado, el impulso de la inversión pública financiada en parte por los fondos europeos y una normalización gradual de los flujos de turismo internacional.
En lo que respecta a la inflación, que cerró 2021 en niveles no vistos en casi tres décadas, ve probable que se mantenga elevada a principios de 2022 debido a los altos precios de la energía y las interrupciones en la cadena de suministro, pero confía en que se modere en la segunda mitad del año a medida que estos factores se disipen.
De hecho, las previsiones del organismo apuntan a que la tasa media de inflación, que en 2021 alcanzó el 3,1 %, suba este año al 3,5 %, para bajar al 1,2 % de media en 2023 y al 1,6 % un año después.
En cuanto a la evolución del mercado laboral, el directorio celebra que el empleo se haya recuperado con fuerza y ya supere los niveles anteriores a la crisis. Así, las proyecciones del Fondo apuntan a que la tasa de paro bajará este año al 14 % desde el 15 % del cierre de 2021, para seguir disminuyendo los próximos años hasta situarse en el 13 % en 2026.
Por otro lado, el FMI espera que España logre reducir este año su déficit presupuestario al 5,3 % del PIB desde el 7,8 % del año pasado, mientras que el desequilibrio negativo se reduciría al 4,3 % el año próximo, pero no bajaría del 4 % en todo el horizonte de las previsiones, que alcanzan hasta 2027.
«El panorama es altamente incierto y dependerá de la evolución de la pandemia y la persistencia de cuellos de botella en el suministro global», advierte el organismo, subrayando que el ritmo de absorción y la eficacia del uso de los fondos europeos también afectarán el crecimiento de España en los próximos años.
Avala la reforma laboral, aunque con matices
En el informe de conclusiones, el organismo dirigido por Kristalina Georgieva da su visto bueno a algunas de las reformas puestas en marcha en las últimas semanas como la del mercado laboral, la de pensiones o la subida del salario mínimo, aunque incluye algunos matices.
«La reforma del mercado laboral recientemente acordada van en general en la dirección correcta», destacando sobre todo el consenso con el que se ha formulado, aunque sostiene que «es probable que haya que hacer más esfuerzos«.
Entre otros motivos, alega que sería «importante» hacer que los contratos indefinidos sean «más atractivos para las empresas, entre otras cosas reduciendo los costes y la inseguridad jurídica asociados al despido de los trabajadores fijos».
Además, recalca que el restablecimiento de la «ultraactividad» de los convenios, esto es, que no caduquen, «es un paso atrás». «Para una aplicación eficaz de las reformas de las políticas activas de empleo, es necesario realizar una evaluación periódica a posteriori y colaborar estrechamente con el sector privado», añade.
En lo que respecta a las pensiones, avisa del «desafío» que supondrá para las cuentas públicas su sostenimiento derivado del aumento del envejecimiento de la población y cree que «se necesitarán medidas adicionales para compensar el aumento del gasto futuro en pensiones derivado de la reforma de 2021».
Y sobre el salario mínimo interprofesional (SMI), que este año subirá hasta los 1.000 euros y que se prevé que alcance el 60 % del salario medio en 2023, el FMI celebra que España se sitúe “con uno de los salarios mínimos más elevados” de la UE en relación a los ingresos medios, aunque pide que las subidas futuras se lleven a cabo teniendo en cuenta las “condiciones del mercado laboral” y “el crecimiento de la productividad”.
El Gobierno defiende que está alineado con plan de reforzar sistema fiscal
Tras conocer el informe, la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha subrayado que la recomendación del FMI en materia fiscal está en línea con su objetivo de reforzar el sistema fiscal español y mejorar su capacidad de recaudación haciéndolo más progresivo.
«Vamos a ver las recomendaciones del comité de expertos en materia fiscal para abordar cuáles pueden ser las mejoras que se desarrollen en los próximos años orientadas a reforzar la progresividad y la justicia de nuestro sistema fiscal«, ha argumentado.
Calviño ha incidido en que España ya se encuentra en una «senda de descenso» de los datos de déficit y deuda pública que se prolongará «durante este año y el próximo», y ha subrayado que el país seguirá mejorando su sostenibilidad fiscal y financiera «incluso en un contexto de cambio de la política del Banco Central Europeo», en alusión a la retirada de los estímulos monetarios.
La ministra ha recalcado en rueda de prensa que el objetivo es acercarse al 3 % de déficit para 2024, y ha insistido en que el cierre de 2021 se situará por debajo de los objetivos marcados.
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