El porcentaje a pagar es un tema que genera debate en medio de las negociaciones entre el Gobierno y los agentes sociales, sindicatos y patronal, para la extensión de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) más allá del 30 de septiembre.

La normativa vigente de las prestaciones por desempleo establece que a partir del día 181 el empleado verá reducido el importe que venía cobrando hasta entonces: pasará del 70% al 50% de la base reguladora (la media de las bases de cotización de los seis meses anteriores al ERTE).

De esta forma, un trabajador que lleve en ERTE desde el inicio de la pandemia -mediados de marzo- verá cómo la prestación que recibe se reduce prácticamente a la mitad de lo que cobraba antes de entrar en regulación.

La cantidad correspondiente a septiembre -que se le abonará entre el día 10 y el 15 de octubre- tendrá una parte proporcional (hasta el día 180 de cotización) calculada sobre el 70% de la base reguladora.

El resto, hasta final de mes, quedará reducida hasta el 50%. No obstante, los sindicatos pedirán a los ministerios implicados en la negociación (Trabajo y Seguridad Social) que no varíen el porcentaje al menos hasta final de año.

La merma en la prestación por desempleo no afectará, ni mucho menos, a la totalidad de los casi 700.000 trabajadores que según los datos oficiales aún siguen con el empleo suspendido, sino a los que llevan en esa situación desde el inicio del estado de alarma.

Eso sí, conforme avancen las semanas serán más lo trabajadores que vayan cumpliendo esos 181 días a partir de los que se reduce la cuantía de la prestación.

También es cierto que muchos empleados, coincidiendo con una mayor actividad económica tras el final de las vacaciones, están saliendo de los ERTE para reincorporarse a sus trabajos.

Los plazos de la nueva prórroga

Otro de los grandes obstáculos para llegar a un acuerdo estará en los plazos de la nueva prórroga.

Es uno de los pocos puntos en los que la patronal y sindicatos están totalmente de acuerdo, puesto que todos ellos apuestan por no poner una fecha límite y que la prórroga sea indefinida.

En este sentido las perspectivas son favorables, al menos si se tienen en cuenta unas recientes declaraciones de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz en las que se preguntaba «¿por qué le voy a poner un plazo a esta herramienta si funciona bien?».

Sindicatos y patronal también quieren que se extienda con carácter general a todos los sectores económicos y con las mismas condiciones, aunque será más complicado que el Gobierno acceda a estas pretensiones.

La ministra de Economía, Nadia Calviño, ha expresado su preferencia porque la nueva prórroga se enfoque en las actividades más castigadas por la pandemia, como por ejemplo el turismo.

Otro objeto de discusión será la continuidad de los ERTE por rebrote, un instrumento de ayuda para las empresas que se vean obligadas a paralizar su actividad por la adopción de nuevas restricciones.

Una situación que ha afectado a muchos negocios en estos últimos días, como por ejemplo los vinculados al ocio nocturno.

A estas empresas se les concede un porcentaje mayor de exoneración de las cuotas que pagan a la Seguridad Social.

Si tienen menos de 50 trabajadores tienen derecho a deducirse el 80% de la aportación empresarial devengada durante el periodo de cierre, y hasta el 30 de septiembre.

Los Para las de más de 50 empleados la exoneración alcanza el 60%.

Dan por hecho la ampliación de los ERTE «hasta cuando sea necesario»