El COVID-19 ‘golpeó’ con fuerza a Amancio Ortega.
Inditex registró unas pérdidas de 409 millones de euros en el primer trimestre de su año fiscal 2020-2021 (desde el 1 de febrero al 30 de abril).
Una cifra distante al beneficio de 734 millones de un año antes.
La compañía gallega reduce un 60% su dividendo ordinario y pospone un año el pago del extraordinario.
Dicho resultado incluye una provisión por la conclusión del programa de optimización de espacio por 308 millones de euros.
Sin esa provisión el resultado hubiera sido negativo en 175 millones de euros en la empresa fundada por Amancio Ortega.
Las ventas de Inditex cayeron un 44%, hasta 3.303 millones de euros, a pesar de que llegó a estar cerrado hasta el 88% del parque total de tiendas.
No obstante, las ventas ‘online’ crecieron un 50% en el trimestre y un 95% en abril.
En aquellos mercados en que las tiendas estaban plenamente abiertas (54% de las tiendas totales) la venta bajó un 16%.
Por su parte, el resultado operativo (Ebitda) se situó en 484 millones de euros frente a los 1.675 millones de euros de un año antes.
La compañía propondrá a la junta general de accionistas, del 14 de julio, la distribución de un dividendo por importe de 0,35 euros brutos por acción.
Según Inditex, la política de dividendos de la compañía se mantiene intacta, con un ‘payout’ del 60%, así como el complemento de un dividendo extraordinario total de 0,78 euros por acción.
Por otro lado, el presidente de Inditex, Pablo Isla, presentó un plan 2020-2022 que anticipa lo que será el futuro de Inditex, con una inversión de 1.000 millones para reforzar la apuesta por ‘online’ y 1.700 millones para las tiendas tecnológicamente integrada.