El consumo desmedido enfrenta a los jóvenes con su compromiso ambiental

 

El final del año está marcado por un auge en el consumo impulsado por campañas como el Black Friday, Cyber Monday y las compras navideñas. Aunque las compras en línea se han convertido en una herramienta cómoda y accesible, especialmente para los jóvenes, también revelan una contradicción: mientras este colectivo está entre los más conscientes de la necesidad de cuidar el medio ambiente, sigue siendo protagonista de un consumismo desmedido que genera un impacto ambiental significativo.

El impacto ambiental de las compras online

Según un estudio de Fad Juventud, uno de cada tres jóvenes admite que las compras en línea los llevan a adquirir productos que no necesitan. Alejandro Gómez, investigador de la fundación, explica que la facilidad para realizar compras y la búsqueda de ofertas fomentan este hábito, que muchas veces se realiza sin considerar el impacto ambiental. El auge de los envíos masivos, el uso de plásticos y el transporte vinculado a las compras incrementan la huella de carbono, especialmente en temporadas de alto consumo.

Consumo y conciencia: la paradoja juvenil

Beatriz Martín Padura, directora de Fad Juventud, señala que a pesar de esta tendencia, «está más de moda comprar cosas de segunda mano». Esto refleja un interés creciente por alternativas más sostenibles, aunque el impulso por aprovechar «gangas» durante estas fechas sigue ganando terreno. Muchos jóvenes reconocen sentirse atrapados entre su compromiso con el medio ambiente y el deseo de consumir productos que a menudo resultan innecesarios.

Incluso en las redes sociales, numerosos influencers han comenzado a promover un consumo responsable, aconsejando a sus seguidores evitar compras impulsivas y reflexionar sobre la verdadera utilidad de los productos adquiridos.

Hacia un consumo más sostenible

Expertos y defensores del medio ambiente insisten en la necesidad de adoptar prácticas de consumo más responsables. Esto incluye:

  • Elegir productos de segunda mano para reducir la producción y el desperdicio.
  • Evitar compras impulsivas, reflexionando antes de adquirir un producto.
  • Apoyar plataformas o marcas comprometidas con el uso de materiales reciclables y sostenibles.

El desafío está en encontrar un equilibrio entre el aprovechamiento de ofertas y el respeto por el medio ambiente, para que las compras de final de año no solo impulsen la economía, sino que también contribuyan a un futuro más sostenible.