Con la llegada de septiembre, muchas familias se enfrentan al desafío de ajustar sus horarios laborales con los del colegio de sus hijos. Mabel, madre de una niña de 11 años en Villajoyosa (Alicante), encuentra complicado organizar su día a día. «Mi hija tiene clases de inglés y baile por la tarde, y solo puedo recogerla cuando terminan, así que recurrimos a familiares para ayudar», explica.
Su hija estudia en un colegio público que hace dos años cambió a jornada continua, con horarios de 9:00 a 14:00. Mabel y su esposo trabajan hasta después de las 18:00, por lo que deben pagar 90 euros al mes en actividades extraescolares para mantener ocupada a su hija durante las tardes. Además, deben cubrir las horas de la mañana con un servicio de ‘matinera’, que les cuesta 30 euros al mes. En total, Mabel y su marido gastan 120 euros al mes en actividades para conciliar sus horarios laborales con los del colegio.
Aunque no hay una cifra exacta sobre cuántos colegios en España tienen jornada continua, este modelo está ganando popularidad en diversas comunidades, según la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado (CEAPA). Para esta organización, la jornada continua tiene beneficios para los profesores, pero complica la vida de muchas familias que deben enfrentar costos adicionales para coordinar sus horarios.
Alba, de Huesca, también enfrenta desafíos similares. Su hija de 9 años asiste a clases de gimnasia, inglés y música. Aunque ella inicialmente estuvo en contra del horario continuo, ahora aprecia que su hija tenga las tardes libres. Sin embargo, el costo de las extraescolares y el comedor suma aproximadamente 130 euros al mes, lo que les facilita la conciliación, especialmente cuando Alba trabaja fuera de la ciudad.
Rafa, que vive en Madrid, enfrenta una situación aún más complicada. Su hija de 6 años va a un colegio con jornada partida, pero para no interrumpir sus horarios laborales, paga 200 euros al mes en actividades extraescolares y 180 euros en el comedor, sumando un total de 380 euros mensuales. Rafa y su esposa, que tienen horarios laborales complicados, prefieren la jornada partida pero se ven obligados a pagar extraescolares para mantener a su hija ocupada durante la tarde.
Este aumento en los costos de las extraescolares se enmarca en un ‘vuelta al cole’ que este año es un 13% más cara, con una previsión de gasto de 2.588 euros por hijo, según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Este incremento se debe no solo al aumento en el precio de materiales y libros, sino también a una mayor demanda de actividades extraescolares para facilitar la conciliación laboral y familiar. Enrique García, portavoz de la OCU, señala que el aumento en el gasto en extraescolares refleja una mayor necesidad de adaptar los horarios a las demandas laborales.
La jornada continua, que cubre de 9:00 a 14:00, se ha vuelto más común en los colegios públicos desde la pandemia. Sin embargo, la CEAPA advierte que, aunque puede ser beneficiosa para los profesores, plantea desafíos para las familias que deben asumir costos adicionales. En 2023, el 70% de los alumnos de Infantil y Primaria en España ya estaban en jornada continua. A pesar de sus ventajas, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha criticado este modelo, sugiriendo que puede aumentar el costo para las familias y afectar el abandono escolar.