Pese al auge de la digitalización y del pago con tarjetas, el efectivo fue el medio más usado para realizar transacciones en España durante el 2020, pese a la pandemia.
El 83% de las transacciones comerciales en España en 2020 se realizó con dinero en efectivo a pesar de la reducción del número de sucursales bancarias y cajeros automáticos, de la digitalización de la banca y el comercio y de las dificultades que han supuesto las restricciones de movilidad, según se desprende de un estudio realizado por el Instituto Coordenadas a partir de datos del Banco de España.
El informe constata que el volumen de dinero en efectivo suministrado a los bancos representó más de la mitad de los pagos que se hicieron por TPV, lo que induce a sospechar que en España el uso del efectivo y la economía de proximidad en espacios físicos siguen siendo las fórmulas preferidas de compra y pago por parte de la población.
Desde el Instituto Coordenadas han destacado que el Banco de España entregó a las entidades de crédito 2.761 millones de billetes, por un importe de 87.395 millones de euros, un 6,5% menos que en 2019, caída mucho más leve que el retroceso del 11% que sufrió el PIB el año pasado.
EL EFECTIVO, UN VALOR REFUGIO EN TIEMPOS DE CRISIS
Respecto a la caída del efectivo del año pasado, además de por las restricciones de la pandemia, desde el Instituto Coordenadas han matizado que muy probablemente esté asociada al descenso del número de turistas, ya que «visitaban España con dinero de sus países de origen, lo que contribuía a aumentar el circulante».
Además, también han resaltado que el efectivo tiene una función «como reserva de valor o precaución que le hace ser normalmente más demandado en momentos de crisis». Así, una parte de los billetes puestos en circulación por el Banco de España «no ha retornado a sus cajas siguiendo las pautas habituales, sino que ha sido retenida por los participantes en el ciclo del efectivo por diferentes causas».
Una muestra de esto último es el notable crecimiento de la emisión neta de billetes (diferencia entre los billetes puestos en circulación y los retirados) en 2020 frente a 2019, que ha resultado positiva por primera vez desde 2007.
«Estos datos corroboran la importancia estratégica para la economía y para la sociedad del dinero en efectivo, un elemento clave en ámbitos como el comercio de proximidad, la cohesión territorial y la igualdad de oportunidades que atenúa los efectos de la brecha tecnológica y las disfunciones de zonas despobladas con pobres servicios bancarios», ha destacado el vicepresidente ejecutivo del Instituto Coordenadas, Javier Sánchez Lambás, que también ha enfatizado «la seguridad y aval que ve en él la sociedad como método de ahorro y protección ante la incertidumbre»