La educación financiera es para muchos españoles su gran asignatura pendiente y, como consecuencia, repercute en las cuentas del día a día o a la hora de realizar gestiones financieras o administrativas.
Calcular un porcentaje, entender una nómina, hacer la declaración de la renta, invertir o administrar el dinero para llegar a fin de mes puede llegar a ser un quebradero de cabeza para muchos españoles en edad adulta.
Este desconocimiento repercute inevitablemente en la educación financiera de sus hijos, aún más teniendo en cuenta que en España, hasta el momento, no existe un plan público educativo en esta materia.
A partir de la adolescencia es cuando se empiezan a tomar las primeras decisiones financieras, a la hora de hacer sus primeras compras o encontrar un primer empleo. Se trata de una etapa clave para infundir entre los adolescentes buenas prácticas de ahorro e inversión a medio-largo plazo.
Y aquí surge el eterno debate: ¿quiénes son los responsables de proporcionar esa formación sobre finanzas a niños y adolescentes? Los propios adolescentes tienen una opinión muy dividida: mientras el 44% considera que esta formación corresponde a sus progenitores, un 37% opina que es responsabilidad conjunta entre los padres y profesores. Solo un 16% cree es tarea exclusiva del colegio o instituto.
Esta es una de las principales conclusiones del estudio ‘La Educación Financiera en los adolescentes españoles’ realizado por UCI (Unión de Créditos Inmobiliarios), entidad especialista en financiación sostenible de la vivienda, con motivo del Día de la Educación Financiera, que se celebrará este lunes, 4 de octubre, bajo el lema ‘Tus finanzas, también sostenibles’.
Un marco en el que UCI ha querido analizar la percepción que tienen los adolescentes españoles, con edades comprendidas entre los 15 y 18 años, en torno a su educación financiera y sus comportamientos en clave de ahorro a medio-largo plazo, además de conocer su visión sobre cómo afrontarían una de las decisiones financieras más importantes de su vida: la compra de su futura vivienda.
Los adolescentes españoles lo tienen claro y un 95% afirma rotundamente que les gustaría tener su propio hogar en un futuro.
Respecto a la tipología de vivienda, hay opiniones para todos los gustos: un 48% preferiría una vivienda unifamiliar, seguida de cerca por aquellos a los que les gustaría tener un piso (43%). Dos de cada cinco se ven viviendo en un ático, una opinión más compartida por las chicas y los residentes en la zona centro de España.
Los adolescentes españoles también tienen una percepción bastante similar sobre los elementos esenciales que debería tener su hogar: 7 de cada 10 destacan que les gustaría tener terraza, patio y jardín, así como cercanía a los transportes y los servicios.
Otros factores también importantes, pero menos valorados, son la piscina (42%), climatización eficiente y domótica (39%) e instalación de placas solares (25%).
Preguntados acerca de la importancia del ahorro energético y la sostenibilidad en sus hogares actuales y futuros, 8 de cada 10 creen que la clave está en un buen uso de la energía.
De hecho, entre sus buenos hábitos en casa en materia sostenible apuntan: apagar las luces cuando no son necesarias, cerrar el grifo mientras se lavan los dientes, apagar la TV y otros aparatos mientras no los usan, ducharse en lugar de bañarse o no encender aparatos de climatización si no hace mucho frío o calor.
Seguido de estas buenas prácticas en el hogar para el ahorro energético, los adolescentes señalan el reciclaje como factor esencial para reducir el impacto medioambiental desde el hogar, mientras que un discreto 22% considera que la solución para la mejora de la sostenibilidad en casa pasa también por la rehabilitación de las viviendas.
¿Cómo pagarían los adolescentes su futuro hogar?
Los adolescentes españoles parecen ser conscientes del importante desembolso que supone la compra de un inmueble y más de la mitad afirma que la pagarían poco a poco con su trabajo. Por su parte, 2 de cada 10 son más optimistas y esperan tener ahorrado todo el capital necesario para esta compra. Y un 5% espera pagar su inmueble con la ayuda económica de su familia.
En cuanto al precio que estarían dispuestos a pagar por su vivienda, más del 70% de los adolescentes pagaría entre 50.000 y 200.000 euros. A partir de esta cantidad, solo un 15% estaría dispuesto a desembolsar entre 200.000 y 300.000 euros y un 10% pagaría más de 300.000 euros, especialmente los chicos, más dispuestos que las chicas a afrontar un coste superior.
No obstante, a pesar de las carencias en educación financiera de los jóvenes españoles de entre 15 y 18 años, 8 de cada 10 afirman saber qué es una hipoteca, aunque a la hora de definirla el porcentaje de los que saben hacerlo correctamente baja al 67%.
La importancia del ahorro parece que también ha calado entre los adolescentes españoles y 9 de cada 10 afirman tener ahorros. Respecto a la forma de guardarlo, la cuenta corriente es la opción preferida (40%), mientras que un 26% opta por la tradicional hucha, sobre todo las chicas y residentes en zonas rurales. Por su parte, un 12% se decanta porque sean sus padres quienes guarden sus ahorros.
Para Cátia Alves, responsable de RSC y Sostenibilidad en UCI, “con este estudio queremos ver las percepciones y carencias de nuestros adolescentes en el ámbito financiero. Venimos de una cultura financiera escasa, que se transmite de generación en generación. Y esto es una gran problemática porque nuestro día a día está lleno de decisiones financieras, que aumentan a medida que nos hacemos mayores. Por ello, desde UCI estamos comprometidos con la educación financiera desde edades tempranas para que la toma de decisiones económicas sea cada vez más sostenible y responsable, tal como recoge el lema de este Día de la Educación Financiera 2021”.
Con este compromiso, recuerda Cátia Alves, en UCI “llevamos siete años colaborando con el programa Tus Finanzas, Tu Futuro, de la Fundación Junior Achievement y la AEB (Asociación Española de Banca) para fomentar la educación financiera entre los más jóvenes”.