El 27,7% de jóvenes españoles de entre 25 y 34 años solo tenía estudios básicos (sin llegar a Bachillerato o su equivalente en Formación Profesional) en 2021, el doble de la media de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que es del 14,1%, mientras que la media en los países de la Unión Europea es de 11,8%, según el informe en español ‘Panorama de la Educación: Indicadores de la OCDE 2022’, presentado este lunes.
No obstante, aunque el dato no es bueno, supone una mejora significativa con respecto a 2011, cuando ese porcentaje se situaba en el 34,6%, casi 7 puntos de diferencia. El 23,6% restante tiene titulación de segunda etapa de educación secundaria, por debajo de la media OCDE (39,4%) y UE (42,3%).
Este informe, elaborado por el Instituto Nacional de Evaluación Educativa del Ministerio de Educación y Formación Profesional, se basa en el informe Education at a Glance 2022 que la OCDE prepara cada año. En esta edición, el informe se centra en la educación terciaria o superior (FP de Grado Superior y estudios universitarios), y se compara con la situación en la OCDE y en los 22 países de la UE incluidos en la organización.
«En los países de la OCDE la mayoría de los jóvenes tienen una educación terciaria, en España hay un aumento aunque es un aumento más pequeño comparado con la media de los países de la OCDE», ha asegurado el director del programa Idicators of Education Systems (INES) de la OCDE, Abel Schumann, durante la presentación del informe junto con el secretario de Estado de Educación, José Manuel Bar.
Según el informe, entre 2000 y 2021 la proporción de personas en la citada franja de edad con estudios de FP (educación terciaria) aumentó en el conjunto de los países integrantes del estudio una media de 21 puntos porcentuales, del 27% al 48%.
En España creció, aunque a un ritmo más lento, 15 puntos, del 34% en 2000 al 49% en 2021, por lo que es uno de los 24 países de la OCDE donde el terciario es el nivel educativo más común alcanzado por las personas de 25 a 34 años.
La mitad de los jóvenes tienen titulación superior
Por contra, casi la mitad de los españoles de entre 25 y 34 años tiene una titulación de educación superior. En concreto, el 48,7% de los jóvenes en esta franja de edad disponía en 2021 de un título de educación superior, 8,4 puntos más que en 2010 y casi 15 puntos más que en 2000 (34%). Esta cifra está por encima de la media de los países de la OCDE (46,9%) y de los 22 países de la UE (45,9%).
La expansión de la educación superior ha beneficiado en particular a las mujeres en todos los países de la OCDE. En el caso de España, el 60,5% de los jóvenes con estudios universitarios son mujeres, cifra superior a la media de la OCDE (56,6%) y de la UE22 (57,7%).
Considerando a toda la población adulta (25-64 años), el 40,7% de los españoles dispone de una titulación de nivel terciario -de FP de grado superior o universitario- (el 41,1% en la OCDE y el 38,3% en la media UE22); el 23,2% estudios de segunda etapa de secundaria (el 42,1% en la OCDE y el 45,8% en la UE22); y el 36,1 % estudios inferiores (el 20,1% en la OCDE y el 16,4% en la UE22).
Por campos de estudios, el más común entre la población adulta española es el de ciencias empresariales, administraciones y derecho (28%), seguido por ingeniería, producción industrial y construcción (15%) y por salud y bienestar (13%).
Una cuarta parte de los universitarios estudian carreras STEM
En cuanto al alumnado que inicia una titulación superior, el 25% de los españoles lo hace en el campo de las STEM (Ciencias, Tecnologías, Ingeniería y Matemáticas), muy próximo a los porcentajes de la OCDE (27%) y de la UE22 (28%).
Existen diferencias de género en este campo, aunque en España la brecha es ligeramente menor que en la media internacional. Así, el porcentaje de mujeres que inicia un grado, un máster o un doctorado en un campo STEM es superior a la media de la OCDE y de la UE. En concreto, el 33% de las mujeres inicia un grado de este tipo (31% en la OCDE y en la UE22); el 39%, un máster (36% en la OCDE y 37% en la UE22), y el 41%, un doctorado (38% en la OCDE y la UE22).
En lo que se refiere a la tasa de finalización de estudios de grado, en España el 71% del alumnado que inicia un grado ha titulado en ese nivel en los tres años posteriores a la duración teórica del programa, por encima de la media OCDE, que está en el 65%.
A mayor nivel formativo, más y mejor empleo
El informe también analiza la relación entre nivel de estudios y trabajo. Las tasas de empleo de los jóvenes aumentan a medida que aumenta su nivel de formación: el 78% de los jóvenes con estudios terciarios tiene empleo en España, 20 puntos porcentuales por encima de quienes no finalizan Bachillerato o FP de Grado Medio (solo un 59% de estos acceden a un empleo).
En la OCDE y la UE22 estas diferencias en las tasas de acceso al empleo son similares (84% frente a un 58% de quienes no acaban Bachillerato o FP de grado medio en la OCDE y un 85% frente a un 56% en la UE22).
Los titulados en educación superior en un campo STEM presentan las tasas de empleo más altas que en el resto de áreas de conocimiento, en particular en el campo de las tecnologías de la información y la comunicación, donde la tasa de empleo es del 88% en España, del 90% en la OCDE y del 91% en la UE22.
Además, a mayor nivel formativo, mayor retribución. La población española con estudios superiores gana un 41% más que los titulados de segunda etapa de secundaria. Estos a su vez ganan un 19% más que los que solo han completado la educación básica.
La brecha de género existe también en este ámbito: en España, las mujeres con nivel de estudios superiores ganan el 81% del salario de los hombres con el mismo nivel educativo. En la OCDE las mujeres ganan el 77% y en la UE22 del 76%.
Un 14% abandonaron la educación sin un título
A pesar de que el nivel educativo ha aumentado en general, todavía el 14% de los adultos jóvenes (de 25 a 34 años) en la OCDE abandonaron la educación sin uno de estos títulos en 2021, lo que supone 5 puntos porcentuales menos desde 2011.
En España, el porcentaje pasó del 35% en ese año al 28% en 2021. En este país, como en la mayoría de los de la OCDE, existen grandes diferencias en función de las regiones.
Así, la comunidad con mayor porcentaje de personas de 25 a 65 años con estudios terciarios fue el País Vasco, con un 56%, mientras que la ciudad autónoma de Ceuta, fue la de menor porcentaje, un 25%.
La OCDE pide evaluar la pérdida educativa por la COVID
Por otro lado, la OCDE pide evaluar las pérdidas que han sufrido los alumnos a todos los niveles por las medidas puestas en marcha por los países en los pasados años para frenar la pandemia es esencial para afrontar sus consecuencias, así como ayudar psicológicamente a los alumnos afectados.
«Es fundamental que los países cuenten con estrategias claras de recuperación en el ámbito de la educación para hacer frente al impacto de la pandemia en el aprendizaje, el desarrollo y la salud mental de los jóvenes», señala el informe.
Salvo México, Eslovaquia y Turquía, los 27 países analizados pusieron en marcha estudios sobre el impacto de la COVID en la salud mental en los estudiantes, mientras que dos tercios de los países lo hicieron también entre los profesores.
La organización considera «esencial» que los gobiernos elaboren políticas específicas para comprender el retraso sufrido por los alumnos a causa de las medidas impuestas para frenar la pandemia, algo que ha sido posible en la mayor parte de países, puesto que a lo largo de 2021 la práctica totalidad de los estudiantes volvieron a las aulas.