El Observatorio del Trabajo, Algoritmo y Sociedad (TAS), la organización de autónomos Uatae y el colectivo Riders X Derechos han denunciado a Glovo ante la Comisión Nacional de la Competencia (CNMC) por «falsear la competencia» y «actuar como un cártel» al «coordinar la estrategia comercial» de sus repartidores autónomos.
Así lo han anunciado representantes de estas tres entidades en una rueda de prensa en el Colegio de Periodistas de Barcelona, que también ha servido para presentar en sociedad el TAS, una asociación recién constituida con activistas del sector del taxi y de los repartidores que nace con el fin de «defender los intereses de los trabajadores de la economía de plataformas».
Los denunciantes consideran que «Glovo estaría actuando como un cártel al fijar las condiciones comerciales del servicio de reparto de miles de autónomos españoles».
Cártel y abuso de posición dominante
Según la Ley de Defensa de la Competencia, argumentan que la operativa de Glovo «puede constituir infracciones consideradas como graves o muy graves» y conllevar «multas de hasta el 10% del volumen de negocio mundial de la compañía».
La denuncia se centra en el artículo 1 de la citada Ley de Defensa de la Competencia, que reza que «se prohíbe todo acuerdo, decisión o recomendación colectiva, o práctica concertada o conscientemente paralela, que tenga por objeto, produzca o pueda producir el efecto de impedir, restringir o falsear la competencia en todo o parte del mercado nacional».
Para los denunciantes, Glovo infringe este artículo al «fijar y coordinar la estrategia comercial de los riders autónomos», mientras que no cumple con el artículo 2 («queda prohibida la explotación abusiva por una o varias empresas de su posición de dominio en todo o en parte del mercado nacional») porque «genera una exclusividad implícita en su relación con los riders autónomos».
No cumple la ley rider
Con todo, la denuncia también ensaya una tercera vía y señala, en caso de que las anteriores reclamaciones no fueran aceptadas, que Glovo vulnera la «ley rider» y adquiere con ello una «ventaja competitiva» con relación a sus competidores.
La empresa catalana, ahora controlada por el grupo alemán Delivery Hero, sigue operando con repartidores autónomos desde la entrada en vigor de la «ley rider», a diferencia de competidores suyos como Just Eat.