La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha difundido una guía para que las empresas cumplan con las normativas
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha publicado una guía sobre los programas de cumplimiento normativo en relación con las normas de defensa de la competencia para ayudar a las empresas a que implementen y desarrollen los programas ‘compliance’, o de cumplimiento.
El documento aporta transparencia a los criterios básicos que la CNMC considera relevantes para la eficacia de estos programas y prevé una serie de incentivos para fomentar los esfuerzos de las empresas, así como reforzar su colaboración con el organismo supervisor, en especial, en el marco del programa de clemencia.
Los programas de cumplimiento normativo permiten a los operadores económicos prevenir, detectar y reaccionar de manera temprana ante conductas ilícitas, susceptibles de generar responsabilidad penal y administrativa, así como afectar a su reputación.
Para que sean verdaderamente efectivos, Competencia señala que los programas de cumplimiento deben garantizar la existencia «de un verdadero compromiso de cumplimiento», haciéndose a través del establecimiento «claro» de parámetros de conducta y de la puesta en práctica de las medidas organizativas para su desarrollo.
Además, debe trasladarse al proceso de toma de decisiones cotidianas dentro de la empresa, con el objetivo de que se permita la prevención y, en su caso, la detección de prácticas restrictivas de la competencia, así como medidas de reacción adecuadas en caso de la materialización del ilícito.
DISEÑO DE PROTOCOLOS Y MECANISMOS DE CONTROL
Esta guía recoge criterios de valoración sobre los principales elementos que normalmente incluyen los programas de cumplimiento, como la implicación de los órganos de administración y los principales directivos de la empresa; la independencia y autonomía del responsable de cumplimiento; la identificación de los riesgos; el diseño de los protocolos y mecanismos de control; la formación; la existencia de un canal de denuncias; el procedimiento interno para la gestión de infracciones y denuncias; y el sistema disciplinario.
En lo que se refiere específicamente a los procedimientos administrativos de los que es parte la CNMC, la guía también señala las medidas reactivas que se aconseja incluir en un programa de cumplimiento para garantizar su eficacia.
En febrero de 2020, la CNMC sometió un primer borrador de la guía a un proceso de consulta pública, que obtuvo numerosas aportaciones de empresas, asociaciones y despachos de abogados, tanto del ámbito del ‘compliance’ como del ámbito especializado en las normas de defensa de la competencia, así como de entidades públicas, permitiendo una revisión del borrador inicial.
Casi 300 denuncias por vulnerar la competencia ha recibido la CNMC