El mantenimiento constante del coche es fundamental para su buen funcionamiento y un mayor rendimiento con el paso del tiempo. De media, los españoles gastan poco menos de 1.000 euros anuales en este tipo de labores, una cifra que se puede reducir de forma considerable si el dueño del vehículo es capaz de tomar algunas iniciativas por cuenta propia.
Un claro ejemplo es el cambio de las alfombrillas coche. Aunque pueda parecer una decisión secundaria, no lo es. Ya que su renovación ayudará a preservar el tapizado original (evitando que este se ensucie o se llegue a desgastar), además de permitir que se absorba la humedad y reducir peligros para el conductor.
Ahora bien, no todas las alfombrillas son iguales ni funcionan bien en todos los coches. De ahí que existen páginas web, como ‘Solo Alfombrillas’, que ayudarán a los dueños a saber cuál es el modelo idóneo en base a la marca del coche, modelo y año de fabricación.
Incluso, cuentan con la fabricación de alfombrillas de mejor calidad que las alfombrillas originales que vienen en el vehículo. Una pieza que se podrá adquirir desde el hogar en un proceso de compra que se caracteriza por sus plazos de entrega cortos, la fabricación propia y productos con
garantía.
Otras de las iniciativas que se pueden tomar para reducir costes en el mantenimiento del vehículo son medir el nivel del aceite y otros líquidos del vehículo, así como realizar el cambio de las escobillas de los limpiaparabrisas (siendo una pieza de poco coste y que se puede reemplazar
sin muchas complicaciones).
El conductor del vehículo también debe mantener correctamente los índices de presión de los neumáticos, siguiendo los parámetros recomendados por el fabricante. Es importante recordar que se trata de una tarea tan sencilla como fundamental para garantizar el buen funcionamiento del vehículo y evitar accidentes.
Conviene, además, que esté muy pendiente de la aparición de vibraciones y ruidos, del desgaste anómalo (mayor por unas zonas que por otras), de cualquier comportamiento extraño detectado en una frenada. Todas son señales de la necesidad de un cambio de llantas.
El cambio del filtro de admisión y habitáculo también es una tarea que se puede realizar por iniciativa propia. No solo por ser una pieza de bajo coste (unos 30 euros), sino por su fácil ejecución: buscar la caja de admisión del coche, retirar los tornillos de seguridad que la cierran, retirar el filtro anterior y colocar el nuevo. Un proceso que no debería tardar más de 30 minutos.
Finalmente, también se deberá prestar mucha atención al correcto funcionamiento de todas las luces del vehículo: desde la de posición y cruce, hasta la de carretera, freno, marcha atrás, intermitentes y antiniebla.
Una de las tareas más fáciles y económicas que se pueden hacer con regularidad es mantener la superficie exterior de las luces del vehículo libre de barro y suciedad. Sin embargo, si se detecta que alguna bombilla está por quemarse se podrá realizar un cambio para evitar que deje de funcionar en un momento inoportuno o en condiciones de conducción adversas.