¿Cómo ahorrar energía esta Navidad?

Se acerca la Navidad, un momento del año en el que la electricidad está más presente que nunca en nuestros hogares. La iluminación navideña potencia los buenos sentimientos y nos ayuda a planificar los nuevos propósitos para el año nuevo. Pasamos más tiempo en casa, celebramos cenas y comidas familiares.

En estas fechas, para mejorar nuestra economía doméstica en los hogares y seguir contribuyendo a la reducción de emisiones de nuestra sociedad, el Foro para la Electrificación pone el foco en los 3 ámbitos más relevantes en nuestros consumos en estas fechas con sencillos consejos que pueden marcar la diferencia, sobre todo este año en el que la sensibilidad ante la crisis energética está más presente que nunca.

Decoración navideña

 

  1. Utilizar bombillas de bajo consumo

Las luces del árbol de Navidad y del resto de la decoración de la casa pueden incrementar la factura. Es recomendable sustituir las viejas luces decorativas por unas LED, porque la tecnología LED conlleva un ahorro económico que puede llegar al 90 % en la factura de la luz con respecto a las luces con bombillas incandescentes. También es recomendable el uso de un temporizador para contener el consumo de energía y programar el encendido y apagado a una franja horaria predefinida, evitando que estén día y noche en funcionamiento.

  1. Aprovechar la luz natural

Es importante que la decoración navideña en las ventanas -que tanto les gusta a los más pequeños de la casa- no sea opaca ni entorpezca el paso de luz natural, porque si no provocará que adelantemos el encendido de la luz eléctrica, de la que ya dependemos fundamentalmente en los días más cortos del año.

Además, existen varios trucos que pueden ponerse en práctica para aprovechar la luz natural de forma permanente. Primero, cuidar la distribución y que, por ejemplo, los muebles no ocupen espacios de entrada de luz; segundo, usar el color blanco y otros colores cálidos; tercero, usar cortinas traslúcidas y, por último, apostar por poner espejos en varios puntos de la casa que reflejen la luz.

  1. Desconectar los enchufes cuando no se estén usando

En Navidad cada vez regalamos más tecnología y llegan nuevos aparatos a nuestro hogar y con ellos sus consecuentes cargadores. Es importante, por ejemplo, no dejarlos conectados toda la noche porque, aunque tengan la batería al 100 %, al estar enchufados seguirán consumiendo electricidad, aunque no estén en uso. Es el denominado consumo fantasma y puede estar encareciendo la factura no solo en Navidad, por eso es importante que no dejemos nuestros aparatos enchufados o en stand by cuando no los usamos.

Según la Agencia Internacional de la Energía (IEA) el derroche de energía eléctrica por mantener los aparatos en stand by es entre el 5 % y 10 % del total de consumo de electricidad en el hogar. Hay aparatos que consumen más que otros, pero los decodificadores, módems o la televisión se llevan el primer puesto en el top de los aparatos que más electricidad consumen estando apagados.

En este caso, los enchufes inteligentes son una buena alternativa, ya que nos permiten controlar cualquier aparato que conectamos a ellos: un router, el calentador, la calefacción… de modo que podamos encenderlos cuando los necesitemos, incluso cuando no estemos en casa.

 

Electrodomésticos

 

  1. Máxima carga

Durante las fiestas navideñas se celebran muchas comidas y cenas y muchos familiares vuelven a casa, por lo que el uso del lavavajillas y de la lavadora suele aumentar. Una manera de ahorrar es utilizar estos dos electrodomésticos a máxima carga, para ponerlos la menor cantidad de veces posible.

  1. Planchar la mayor cantidad de ropa en una sesión

La plancha para la ropa es uno de los pequeños electrodomésticos que más potencia consume (una media de 1500 vatios) y, en consecuencia, es también uno de los electrodomésticos que más electricidad gasta, lo que se ve reflejado en la factura de la luz cada mes. Las celebraciones de Navidad y el regreso a casa de familiares pueden provocar que utilicemos a menudo la plancha. Por eso, desde Foro para la Electrificación recomendamos planificar su uso y hacerlo cuando haya una gran cantidad de prendas para planchar de una sola vez y reducir así su impacto en la factura.

  1. Alto grado de eficiencia energética

Contar con electrodomésticos eficientes que reduzcan el consumo energético supone un factor diferencial en nuestra factura. Como explica Selectra, anteriormente, el grado de eficiencia energética se medía con las etiquetas: A+++, A++, A+, A, B, C y D. Ahora se han eliminado los niveles A+++, A++ y A y se ha establecido una nueva escala de 7 letras: A, B, C, D, E, F, G, siendo la etiqueta A la de mayor eficiencia y la G la de menor. Es importante tenerlo en cuenta porque contar con aparatos con la mayor calificación supone un importante ahorro en la factura de nuestros hogares.

 

  1. Comprobar que la potencia del hogar es la necesaria, acorde a su tamaño

Cuanto mayor es una vivienda, mayor es la carga energética, porque habrá más aparatos conectados a la red. Es importante saber lo que consume cada electrodoméstico para calcular la potencia contratada y el uso que se le da. Por ejemplo, según el portal Tarify, el consumo recomendado sería el siguiente, en función del tamaño del hogar:

Tamaño de la vivienda Equipamiento Básico Equipamiento Medio Equipamiento Elevado
Hasta 50m² 2,3 kW 3,45 kW 4,6 kW
De 50 a 90m² 3,45 kW 4,6 kW 5,75 kW
De 90 a 140m² 4,6 kW 5,75 kW 6,9 kW
Superior 140m² 5,75 kW 6,9 kW 8,05 kW

El equipamiento básico se refiere a los electrodomésticos de uso habitual en una vivienda (televisión, frigorífico, microondas); el medio, a los menos habituales, como secadora y horno eléctrico; y el equipamiento elevado, a aparatos con alto consumo eléctrico, como calefacción eléctrica, piscina o vehículos de carga eléctrica.

 

La temperatura en Navidad

 

  1. Regular la temperatura de la calefacción e intentar mantener unos horarios óptimos definidos con una temperatura concreta programada

Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), la temperatura ideal en una casa durante la Navidad y los meses más fríos del invierno debe rondar los 21 grados centígrados. A partir de los 23 grados, el aire tiende a resecarse. El mismo IDAE aconseja que dicha temperatura debe bajar ligeramente durante la noche y quedarse en alrededor de 17 grados centígrados, que se define como la temperatura perfecta para dormir. Si la calefacción está programada para que la temperatura de la casa oscile entre estos niveles, se alcanzará el bienestar térmico y se ahorrará en la factura de la luz. Entre los consejos que propone IDAE destaca instalar válvulas termostáticas, más conocidas como termostatos inteligentes. Según sus análisis, se puede ahorrar hasta un 40 % del total de la factura si se utilizan de la manera correcta. Otra opción es cerrar las llaves de los radiadores y de aquellas estancias que no vayan a estar en uso.

  1. Ventilar entre 5 y 10 minutos al día es suficiente para renovar el aire del hogar

Humedad, polvo, bacterias… El organismo necesita respirar aire limpio, libre de las toxinas que a diario se acumulan en cualquiera de las habitaciones de la casa. También en Navidad, cuando recibimos más gente en casa, diez minutos son suficientes para ventilar una casa. De hecho, este tiempo resulta más eficiente que airear de manera parcial durante todo el día, sobre todo en invierno.

  1. Evitar pérdidas de calor

Es importante prestar atención a nuestras puertas y ventanas y revisar su aislamiento. En esta época del año, un mal aislamiento en las ventanas hace que se pierda entre el 15 y el 35 % del calor que produce la calefacción, según datos de la empresa Nobo. Por eso es importante comprobar si es el momento de cambiarlas o de mejorar su aislamiento, así como el de las puertas, que también puede verse beneficiado con elementos como bajo puertas o burletes que eliminan las posibles filtraciones y mantienen la temperatura en el interior.

  1. Apostar por la electrificación y el autoconsumo

La Navidad es un buen momento para regalar ahorro y comprar futuro planteando cambios positivos en los consumos energéticos, electrificando usos como la calefacción y los electrodomésticos de la cocina. La electrificación siempre será más competitiva que seguir consumiendo gas, máxime a los precios actuales.

Además, también se puede apostar por soluciones como la instalación de autoconsumo, que permite un ahorro significativo a las familias en la factura eléctrica.

“Todos estos consejos tienen una clave en común: planificar y racionalizar nuestros consumos para reducir nuestro gasto. Es fundamental contar con equipos eficientes y ser responsables. Por ejemplo, no tiene sentido tener encendidas las luces navideñas toda la noche, porque, aunque el consumo de las luces led supone un aumento mínimo en la factura de los hogares, debemos ser conscientes de que cada comportamiento y cada kilovatio cuenta y de que cada vez que presionamos un interruptor supone un impacto en el cómputo de nuestro consumo energético”, concluye Guillermo Amann, portavoz del Foro para la Electrificación.