Clausurar Madrid dos semanas costará 5.600 millones a la economía

Madrid

Confinar a Madrid afectaría negativamente a la economía de la ciudad pero impactaría negativamente a toda la economía de España.

La inercia económica negativa tras el confinamiento de marzo es la más prolongada de Europa y las nuevas medidas que limitan la movilidad y la actividad económica ponen en riesgo la recuperación.

Según cálculos de la patronal de empresarios de Madrid las limitaciones tendrán un coste en ingresos de 600 millones de euros por semana, lo que supondrá recortar el PIB de la capital en un 15% cada siete días. Además, la actividad perdida, medida en número de horas trabajadas, será del 18%, según los mismos cálculos.

Daniel Lacalle, economista jefe de Tressis, pone cifras al golpe a la actividad a nivel de país: el PIB nacional caería un 0,2% en un escenario de cierre suave (de duración determinada, dos semanas), y el 0,5% en un escenario más adverso. Esto sitúa la horquilla de pérdidas en quince días entre los 2.200 y los 5.600 millones de euros. «Madrid implica a todo. No existe eso del impacto selectivo», explica, y añade que el problema añadido es que «la economía llega con especial fragilidad a esta situación».

El desplome del PIB en el segundo trimestre fue del 17,8% (la estimación inicial del INE fue del 18,5%); el déficit se disparó hasta agosto a los 56.859 millones de euros, esto es, un 588% más que en el mismo periodo de hace un año; y el FMI alertó ayer, precisamente, de que la recuperación está en riesgo si no se controlan los rebrotes. La gestión de la pandemia, en entredicho.

El Banco de España, que cada vez que puede aboga por mantener las ayudas públicas e incluso incrementarlas, alertó recientemente de alrededor de un 25% de las empresas en España estarían en quiebra técnica. Una de cada cuatro compañías asomadas al barranco de la quiebra y sin músculo para soportar el envite que supondría otro confinamiento.

La «puntilla» para los autónomos

El cierre impuesto por Sanidad a la Comunidad de Madrid, así, no hace otra cosa que «dar la puntilla» a multitud de negocios, tal como recoge Lorenzo Amor, presidente de ATA, la asociación mayoritaria de autónomos. «Todo este bochornoso espectáculo de diferencia de criterios genera una incertidumbre enorme; no hace daño solo a Madrid sino a toda la economía», dice.

Según los cálculos de esta organización, alrededor de un 30% de los autónomos de la Comunidad de Madrid se van a ver duramente afectados por las restricciones. «Para muchos va a implicar su cierre porque ya no pueden aguantar», detalla. De hecho, ATA publicó un estudio hace poco sobre que el 70% de los trabajadores por cuenta propia no serían capaces de soportar otro confinamiento. Ahora las medidas son menos severas que en marzo, pero el impacto está servido igualmente. «Los ERTE y el cese de actividad no son un salvavidas, van a amortiguar el golpe pero las ventas serán nulas. Les va a ser muy difícil soportar esto. Todo dependerá del tiempo que duren las restricciones», comenta Amor.

Los comercios al por menor y la hostelería serán los sectores de actividad que más efectos negativos sufrirán con la imposición de Sanidad, según Ángel de la Fuente, director ejecutivo de Fedea. Este experto reconoce que el efecto será bastante menor que en el anterior confinamiento total, por razones obvias, «aunque para algunos negocios de estos sectores podría ser duro».

La incertidumbre, en este sentido, es un mal endémico que ha asolado a España desde el inicio de la pandemia. El dinero es miedoso, que dicen, y la reacción ciudadana también. «Pedimos a los políticos que hagan un examen de conciencia, ver en qué se han equivocado. Porque nuestros autónomos han tomado unas medidas de seguridad que en ningún otro país de Europa se han dado», destaca Amor. El «salimos más fuertes» que defiende el Gobierno parece convertirse ya en debilidad.

Entre los expertos, la sensación es que las medidas que se van a adoptar son excesivas. Así lo señala Gregorio Izquierdo, director general del IEE, que explica que el confinamiento o semiconfinamiento no es solo una medida sanitaria sino que también tiene impacto económico. «Hay que analizar su beneficio marginal, y es muy limitado e inferior a cuando se aplicó en abril. Hay medidas alternativas», indica.

Para Ana López, profesora de la Universidad Autónoma de Madrid y secretaria de la junta de gobierno del Colegio de Economistas de Madrid, en un escenario de rebrote no controlado de coronavirus el PIB nacional caerá en torno al 12% este año. Y en el caso de la Comunidad de Madrid, debido a su estructura, lo haría en un 11,7%. Así las cosas, el hecho de que España es un país de micropymes (96% del tejido empresarial, y 95% en Madrid) no ayuda a repeler el golpe de la crisis. «Asistiremos a una segunda oleada de cierre de comercios en la Comunidad de Madrid si se intensifican los problemas económicos actuales», señala.

Asimismo, Valentín Pich, presidente del Consejo General de Economistas, comenta que entre sus mayores preocupaciones está la imagen de país que se está dando. En un territorio como el español que depende tanto del turismo y la imagen exterior, pensando en las exportaciones también, España no puede permitirse este tipo de enfrentamientos entre administraciones, dice.

Vulnerabilidades españolas

Desde los grandes bancos de inversión también se pone el acento sobre la vulnerabilidad de España. Citi, concretamente, alerta de que nuestro país se ha convertido en el «epicentro» de la segunda ola en Europa. Aunque la entidad da escasa probabilidad a un confinamiento nacional, los cierres de ciertas regiones o municipios -dice- pueden incidir sobre el gasto interno de total del país. A todo ello se una «una fragmentación política persistente» y los viejos retos de la economía española: deuda, déficit, dependencia turística… De este último sector depende el 13% del PIB.

Asimismo, Standard & Poor’s, la principal agencia de calificación, revisó recientemente a perspectiva negativa el «rating» de España debido a la situación económica, la incertidumbre que vive el país y los rebrotes de las últimas semanas. Antes ya lo hicieron otras organizaciones como Scope Ratings. El panorama no es nada halagüeño.

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