La CEOE no ofrece una cifra de referencia para la negociación de los convenios colectivos y se limita a dar indicaciones generales a sus equipos en la negociación de los convenios colectiv. Rechaza usar la evolución de los precios de consumo, como reclamaban los sindicatos, y aboga por variables que recojan mejor la evolución económica.
La patronal recomienda evitar vincular las subidas salariales a «conceptos tan volátiles como la inflación, que además retroalimenta el crecimiento de los precios». De ser el caso, pide establecer límites o topes.
La Ejecutiva de la CEOE recomienda vincular los incrementos salariales a variables e indicadores económicos cuantificables y medibles, tales
como la productividad. el empleo, el comportamiento del PIB, el indicador de garantía de competitividad, los resultados o EBITDA.
La CEOE insta a las empresas a avanzar hacia «sistemas de retribución variable», con criterios objetivos, transparentes y neutros que ayuden, también, a disminuir la brecha salarial. Además, pide que la estructura salarial tenga en cuenta los índices de absentismo y evite pluses y conceptos que lo fomenten, como consta en la lista de recomendaciones.
Garamendi rechaza las cláusulas de salvaguarda
Antes de conocerse la decisión, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha subrayado que «no es prudente inflacionar los salarios» para evitar dañar el empleo y no generar más paro. Al ser preguntado por si un alza del 3,5 % le parecía prudente, ha dicho que esa cifra sí lo sería.
Garamendi ha insistido en el rechazo a las clausulas de salvaguarda, punto que ha bloqueado el acuerdo con los sindicatos y que alimentaría la espiral inflacionista y terminaría generando «más paro». «El objetivo principal es el empleo», ha incidido el líder de la patronal, que ha subrayado el «difícil momento» que atraviesa la economía por la inflación y ha destacado que no todas las empresas ni los sectores están en las mismas condiciones para subir sueldos.
En un encuentro previo este lunes con los líderes de las principales patronales que integran la CEOE, se ha constatado que la escalada de la inflación (8,4 % en abril) ha imposibilitado pactar con los sindicatos una recomendación salarial general.
La inflación subyacente ronda el 3 %
La patronal prevé que la inflación subyacente -la que excluye la energía y los alimentos no elaborados- se sitúe este año en una media del 2,8 %, una subida que para algunos líderes empresariales podría ser razonable, aunque otros prefieren «no mojarse» con cifras en un momento de tanta incertidumbre como el actual.
El pasado jueves patronal y sindicatos dieron por cerradas las negociaciones para lograr un pacto salarial en el que habría sido el V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC), al menos para este año, conversaciones que podrían retomarse en 2023.
Para la CEOE ha sido inaceptable incluir la cláusula de garantía salarial que exigen CCOO y UGT, que permite actualizar a fin de año los sueldos en función de la inflación. A su juicio, este tipo de cláusulas, contribuyen a alimentar la espiral inflacionista.
Propuesta sindical
La propuesta sindical partía de una subida del 3,4 % para este año que se reducía al 2,5 % el que viene, tasa a la que se sumaría una parte variable con la evolución del IPC de 2022 hasta llegar a un mínimo del 3 %.
Este esquema se repetiría para 2024 con un alza del 2 % y un variable en función de la inflación de 2022 y 2023 con un mínimo del 2,25 %, lo que permitiría repartir el impacto de la inflación de 2022 en varios ejercicios.
Para 2025, los sindicatos proponían vincular el alza salarial al dato del IPC de diciembre de 2024, más un 0,25 % adicional. Lejos del planteamiento a la CEOE habría puesto sobre la mesa un alza salarial del 3 % para este año, que se reducía al 2 % tanto para 2023 como para 2024, sin cláusula de garantía salarial.