CASAVO explica las claves del Certificado Energético en España

Certificado energético

Casavo, la proptech líder en Europa que tiene como objetivo cambiar la forma en que las personas compran, venden y cambian de hogar, trabaja para aumentar hasta en un 60% la eficiencia energética de los inmuebles que adquiere, mejorando así el uso de la electricidad de los inmuebles reformados; un factor determinante, ya que, los inmuebles de todo tipo, como las viviendas, se encuentran entre los principales emisores de dióxido de carbono, según la UE.

En la actualidad, aproximadamente el 75% del parque inmobiliario de la Unión Europea es ineficiente desde el punto de vista energético.

En este contexto, Casavo continúa en su compromiso por renovar el parque inmobiliario de las ciudades introduciendo cambios cualitativos en las viviendas que adquiere en el centro de ciudades como Madrid o Barcelona con el objetivo de mejorar la eficiencia energética, además de cumplir con los criterios de sostenibilidad y mejorar la calidad de vida de los futuros propietarios de sus inmuebles.

De esta manera, todos los inmuebles se ven envueltos en un proceso de renovación mediante el cual, entre otras mejoras, se cambian por completo las instalaciones y el cuadro eléctrico de los mismos, además de instalar electrodomésticos eficientes.

En el trabajo de reforma también se apuesta por la sustitución completa de la instalación individual de gas natural incluyendo tanto la caldera como los radiadores.

Para que todas estas mejoras tengan un impacto real en la eficiencia energética, es fundamental la colocación de aislante térmico en los muros, así como sustituir las ventanas antiguas por unas de doble acristalamiento con el fin de conseguir el mayor grado de aislamiento térmico.

Así, Casavo se hace eco de los datos de la UE que reflejan que la renovación de los edificios en uso podría rebajar un 5% las emisiones de dióxido de carbono.

Cambios en los hábitos de los consumidores

La pandemia junto con la variación de la factura de la luz ha provocado que los consumidores se preocupen más por el uso de la energía y el ahorro de esta.

Así lo refleja el informe “La Factura de la luz y los nuevos hábitos de consumo energético” que se ha elaborado desde Mutua de Propietarios y que concluye que siete de cada diez españoles han cambiado algún hábito en su hogar durante los últimos meses.

Por este motivo, cada vez resulta más importante hacer un uso responsable y sostenible de la energía para satisfacer las nuevas necesidades de los consumidores.

Así, el objetivo de Casavo pasa por ofrecer inmuebles totalmente reformados que permitan una utilización de la energía de manera eficiente, sin la necesidad de adquirir un piso de obra nueva.

«En Casavo trabajamos activamente para mejorar la eficiencia y sostenibilidad energética del parque inmobiliario residencial de las ciudades en las que operamos. Damos así respuesta a una creciente conciencia medioambiental que influye cada vez más en las decisiones de consumo y estilo de vida de los ciudadanos. Si además tenemos en cuenta las nuevas realidades como el teletrabajo o el constante encarecimiento del precio de la luz que se sitúa en máximos históricos, se trata de un factor decisivo a la hora de comprar una vivienda» apunta Francisco Sierra, Director General de Casavo en España.

Las claves del certificado energético

Desde 2013, el conocido como certificado energético es, simplemente, un documento en el que se detalla la eficiencia energética de un edificio o parte del mismo, con el objetivo de que los futuros propietarios o inquilinos puedan comprobar los valores de referencia que permitan valorar la eficiencia energética de un edificio, con una validez de 10 años. Esta certificación dispone de una escala que va de la A a la G, siendo A la calificación más eficiente, y la G, la menos eficiente.

Asimismo, es necesario destacar que los pisos en fincas con una antigüedad superior a 30 años pueden obtener como máximo una calificación “D”, por lo que no sería posible su mejora hasta la certificación más eficiente.

Según datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), el 84% de las viviendas con etiquetado energético en España están en los tres últimos puestos de la tabla, con letras E, F y G.

Asimismo, si nos centramos en el caso concreto de Madrid, tan solo 937 de los más de 500.000 registrados en consumo de edificios existentes alcanzaba la letra A.

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