La banca europea ha dificultado el acceso al crédito a las empresas y hogares de la eurozona al endurecer sus condiciones, y se esperan mayores trabas este año ante la creciente incertidumbre y pese a las recomendaciones del Banco Central Europeo (BCE).
El resultado de la consulta, desarrollada entre el 4 y el 29 de diciembre y en la que tomaron parte 143 bancos, pone de manifiesto las dificultades crecientes a las que se enfrenta el BCE en su objetivo de blindar la recuperación de la economía manteniendo unas condiciones de financiación favorables para empresas y hogares, además de para los gobiernos, para lo que, en su última reunión de política monetaria, celebrada el pasado 10 de diciembre, amplió el alcance de sus medidas de estímulo.
Sin embargo, a pesar de la disposición del banco central, la encuesta de préstamos bancarios no solo constata un endurecimiento neto de los estándares crediticios aplicados a los préstamos a empresas y hogares, sino que los bancos anticiparon que esta postura se prolongará durante el primer trimestre de 2021.
En el caso de los préstamos a empresas, las mayores trabas a la oferta crediticia respondieron a la creciente percepción de riesgo de los bancos por la incertidumbre en torno a la recuperación económica y las preocupaciones sobre la solvencia de los prestatarios en un contexto marcado por la reintroducción de restricciones relacionadas con el coronavirus, mientras que los bancos admitieron que ni el coste de sus fondos ni su balance fueron factores que contribuyesen al ajuste.
Entre las principales economías de la zona euro, los estándares crediticios de los préstamos a empresas se endurecieron en Alemania, España y sobre todo en Francia, mientras que en Italia se mantuvieron sin cambios en el cuarto trimestre de 2020.
Los bancos informaron de un endurecimiento neto más fuerte en el caso de los préstamos a pequeñas y medianas empresas (PYME) (25%) que para los préstamos a grandes compañías (16%), así como un endurecimiento más fuerte de los préstamos a largo plazo (26%), frente a los préstamos a corto plazo (19%).
De su lado, la demanda de préstamos o disposición de líneas de crédito por parte de las empresas disminuyó en el cuarto trimestre de 2020, lo que podría reflejar el hecho de que las empresas hubieran acumulado liquidez de forma «preventiva» en los trimestres anteriores. En este sentido, la demanda de inversión fija siguió pesando sobre la demanda de préstamos, ya que disminuyó por cuarto trimestre consecutivo.
No obstante, los bancos de la zona del euro esperan un aumento neto moderado de la demanda de préstamos de las empresas en el primer trimestre de 2021.
En el caso de los préstamos para adquisición de vivienda y del crédito al consumo, las condiciones se endurecieron en el cuarto trimestre, pero a un ritmo más lento que en trimestres anteriores. Los bancos encuestados apuntaron al deterioro de las perspectivas económicas y al deterioro de la calidad crediticia de los consumidores como principales factores que contribuyen a este endurecimiento de los estándares para el crédito al consumo, mientras que para los préstamos para vivienda estos factores fueron menos importantes.
La demanda neta de préstamos para vivienda siguió aumentando en el cuarto trimestre, apoyada en el bajo nivel general de tipos de interés y, en menor medida, en la mejora de las perspectivas del mercado de la vivienda. Por el contrario, la confianza del consumidor siguió contribuyendo negativamente a la demanda de hipotecas. De su lado, la demanda neta de crédito al consumo disminuyó en el cuarto trimestre.
De cara al primer trimestre de 2021, los bancos esperan que continúe la tendencia al endurecimiento de las condiciones del crédito, junto con una ligera disminución en la demanda de préstamos para vivienda.
En su última rueda de prensa de 2020, Christine Lagarde, presidenta del BCE, resumió el despliegue de medidas de estímulo anunciado por la entidad en su intención de mantener unas condiciones de financiación favorables, subrayando que estas no se limitaban a un único aspecto, sino que hacen referencia las condiciones de préstamo a las empresas y a los hogares, así como a los rendimientos de la deuda corporativa y soberana.
«Queremos asegurarnos que esas condiciones favorables siguen disponibles para todos los sectores económicos», indicó entonces, anticipando que la institución moderará o acentuará la intensidad de su intervención guiada por la evolución de estas condiciones.
No obstante, la semana pasada subrayó que las últimas proyecciones macroeconómicas del BCE, publicadas en diciembre y que apuntan a una recuperación más débil de la economía en 2021, con una expansión del 3,9%, frente al 5% previsto anteriormente, pero un repunte en 2022 del 4,2%, frente al anterior 3,2%, «siguen siendo claramente plausibles», lo que parece alejar el anuncio de más medidas este jueves, ya que las previsiones del BCE ya contemplaban la reintroducción de restricciones en el primer trimestre.
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