A partir de este martes, el precio máximo de venta al público de la bombona de butano experimentará un aumento del 3,85%, alcanzando los 15,93 euros. Este ajuste marca el fin de una serie de reducciones previas en los precios, que habían llevado el costo a 15,34 euros en julio. La resolución oficial que establece este cambio fue publicada el lunes en el Boletín Oficial del Estado (BOE) [ver PDF].
El incremento en el precio de la bombona se debe a una serie de factores económicos. En primer lugar, se ha registrado una subida del 13,9% en la cotización de las materias primas, que incluye tanto propano como butano. Sin embargo, este aumento se ve parcialmente contrarrestado por la disminución del 26,4% en los precios de los fletes, que abarcan el coste del transporte, así como por la apreciación leve del euro frente al dólar, que ha aumentado un 1,32%.
Según fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, la revisión del precio de la bombona se realiza de manera bimestral y está basada en el coste de las materias primas en los mercados internacionales, así como en los precios de los fletes y la evolución del tipo de cambio euro-dólar. Además, el ajuste de precios está limitado a un margen del 5%, acumulándose cualquier exceso o defecto para su aplicación en futuras revisiones.
A pesar del reciente aumento, el precio de la bombona de butano sigue siendo inferior a los niveles de abril y mayo, cuando alcanzó los 16,67 euros y 16,14 euros respectivamente.
El gas licuado de petróleo (GLP), que se encuentra envasado en bombonas de butano, es una mezcla de hidrocarburos que sirve como alternativa al gas natural. Este tipo de gas es especialmente útil en áreas o comunidades que no tienen acceso a la red de gas natural. En la actualidad, se consumen anualmente 64,5 millones de envases de GLP en diferentes capacidades. Sin embargo, el consumo de GLP envasado ha mostrado una tendencia a la baja desde 2010, con una reducción de más del 25% hasta 2021.