El Gobierno de Alemania ha elevado a una segunda fase el grado de alarma por la crisis energética a causa de la amenaza de Rusia para el suministro de gas, después de haber declarado el pasado mes de marzo el nivel de alerta temprana. España sigue implantando medidas para intentar controlar el precio.
«El suministro de gas está garantizado», ha señalado Habeck, quien, sin embargo, ha advertido de que el gas «es ahora un bien escaso» en el país. «Incluso si aún no lo sentimos, estamos en una crisis de gas», ha reconocido, añadiendo que Alemania ha informado de su decisión a sus socios europeos.
En su comparecencia, el ministro ha explicado que el motivo de la declaración del segundo nivel de alerta es el corte del suministro de gas procedente de Rusia desde el pasado 14 de junio y la persistencia del alto nivel de precios en el mercado gasista.
En este sentido, el ministro alemán ha subrayado la importancia de reducir el consumo de gas durante el verano con vistas al próximo invierno y ha asegurado que el Gobierno se ha preparado con anticipación para este escenario, incluyendo la puesta en funcionamiento de centrales térmicas de carbón.
«Todos los consumidores, en la industria, en las instituciones públicas y en los hogares, deben reducir el consumo de gas tanto como sea posible para que podamos pasar el invierno», ha insistido al recordar que los precios ya son altos y el país debe prepararse para nuevos aumentos, lo que afectará a la producción industrial y se convertirá en una carga importante para muchos consumidores.
«No debemos engañarnos: cortar el suministro de gas es un ataque económico contra nosotros por parte de Putin. Es claramente la estrategia de Putin para crear inseguridad, subir los precios y dividirnos como sociedad. Nos defendemos de esto. Pero será un camino pedregoso que ahora como país tenemos que transitar», ha añadido.
Alemania pone en marcha centrales eléctricas de carbón
Entre las medidas anunciadas en esta nueva fase de emergencia energética, Berlín volverá a poner en funcionamiento centrales eléctricas de carbón para reducir el consumo de gas en la generación de energía.
«Esto es doloroso, las centrales de carbón son veneno para el clima. Pero tenemos que hacerlo durante un período de transición para ahorrar gasolina y pasar el invierno», dijo Habeck, quien además de la cartera económica y la vicepresidencia del Gobierno de coalición es líder de Los Verdes.
Asimismo, el Gobierno federal ha otorgado una línea de crédito de 15.000 millones de euros para facilitar a las empresas el llenado de los depósitos de gas de cara al invierno, mientras que se lanzará en verano un modelo de subasta de gas que incentivará a ahorrar a los consumidores de gas industrial. «Si son necesarias más medidas, las tomaremos», ha añadido Habeck.
El Estado intervendría el mercado llegados a un tercer nivel de alerta
El plan de emergencia energética de Alemania contempla un tercer nivel de alerta en el caso de que la crisis se agravase y los participantes del mercado no fueran capaces de manejar la situación por sí mismos.
En esta situación, el Estado intervendría en el mercado, transformando la Agencia Federal de Redes en el «distribuidor de carga federal», por lo que sería responsable de determinar en coordinación con los operadores la distribución de gas, subrayando que los hogares, empresas sociales u hospitales gozan del estatus de consumidores protegidos.
«Como Gobierno federal, estamos haciendo todo lo posible para mitigar las consecuencias y mantener la seguridad del suministro», ha subrayado Habeck, asegurando que llenar los depósitos de gas «es ahora la máxima prioridad».
A este respecto, ha destacado que se está trabajando en garantizar suministros de gas alternativo y en construir la infraestructura necesaria, además de acelerar la expansión de las energías renovables.
«Será un esfuerzo nacional. Pero podemos superarlo con solidaridad entre los gobiernos federales, estatales y locales, así como ciudadanos, empresas y sociedad civil», ha apostillado.